Actualizado | Publicado

Cómo medir la competitividad en las empresas de inyección de plásticos

¿Cómo saber si su empresa es competitiva? Descúbralo a través de los nomogramas o ábacos.

Compartir

Nota del editor: consulte aquí más contenido relacionado con este especial.

Cómo medir la competitividad en las empresas de inyección de plásticos

Cómo medir la competitividad de sus productos plásticos

El costo de los productos de plástico inyectados

Cómo distinguir a los procesadores de plástico de talla mundial

Todos los que hemos sido empresarios o dirigentes de una planta de inyección de plástico, en algún momento de nuestras actividades comerciales, hemos debatido con clientes sobre la competitividad de nuestra empresa. Y si lo recuerdan, esta no ha sido una tarea fácil, ya que en la mayoría de las ocasiones terminamos en discusiones semánticas o en posiciones que no convencen del todo a nuestros interlocutores. 

Tenemos muy claro que la Competitividad es la adecuada combinación de la Calidad, el Precio y el Servicio; y precisamente el problema está ahí, en el significado de la “adecuada combinación”. ¿Cómo lograr una demostración de este concepto de manera clara y contundente para convencer a nuestro cliente? Y más importante aún, para convencernos a nosotros mismos del nivel de competitividad real de nuestra empresa dentro del mercado que atendemos.

Contenido destacado

Dicha demostración no es sencilla, pero definitivamente es posible; una forma bastante clara de hacerlo es con el uso de nomogramas o ábacos. Un nomograma es un instrumento gráfico de cálculo, un diagrama que permite el cómputo de una función con cualquier número de variables. En nuestro caso diseñaremos Nomogramas de Competitividad, que estarán formados por las variables de Calidad, Precio y Servicio.

Cómo medir la calidad en una planta de inyección

Iniciemos con la variable Calidad, la cual actualmente es medida a través de análisis estadísticos y donde uno de los resultados es la suma de los rechazos recibidos en nuestra planta, del total de la producción que había sido previamente entregada a nuestros clientes en un periodo.

Por ejemplo, si sumamos el total de las piezas rechazadas en el año y las referimos al total de las piezas entregadas en el mismo año, obtendremos la relación conocida como “partes por millón de rechazos” del año de referencia.

Las PPM (partes por millón) rechazadas por los clientes nos dan un número preciso que podrá ser comparado entre diferentes periodos y el cliente podrá compararlo entre sus diferentes proveedores.

En la actualidad, un nivel de calidad 3 sigma (Cp 1) se considera inaceptable y eso que estamos hablando de 99.73% libre de defectos, pero implicaría 2,699 PPM de rechazos. Si hablamos de 4 sigma (Cp 1.33) tendremos el 99.994% libre de defectos y ya hablaríamos de un nivel de calidad muy aceptable 60 PPM de rechazos. Y definitivamente un nivel de calidad 5 sigma, que es el objetivo actual de muchas empresas, con el 99.9999% libre de defectos tendríamos 1 PPM de rechazos.

Es importante mencionar que la “Metodología 6 Sigma” asume que la media de un proceso a largo plazo no es siempre constante, fluctúa a lo largo del proceso debido a diversas causas (material empleado, cambio de turnos, mantenimiento, etc.), dicha desviación se asume que esta alrededor de ±1.5 de la media; con lo cual nuestros límites de tolerancia a largo plazo estarían situados en realidad a ±4.5 sigma de la media y no a ±6 sigma.

En la actualidad, varios clientes de partes inyectadas de plástico establecen las PPM máximas que aceptan de un proveedor y esto al final ayuda a definir el nivel de competitividad que el cliente está buscando en su proveeduría. En el mercado de mi mayor experiencia (partes inyectadas de plástico para la industria eléctrica) varios clientes exigían un nivel de calidad superior a 300PPM de rechazos al año.

Con lo anterior podríamos definir la primera escala (primera variable) de un Nomograma de la Función Competitividad;  donde tenemos como el punto más alto 0 PPM de rechazos y como punto más bajo 600 PPM de rechazos, resultando la media en 300 PPM de rechazos:

La variable del precio

La segunda variable a definir será el Precio, la cual está relacionada con la “Cuota Horaria” del tamaño de máquina que estemos analizando. Como la mayoría de los empresarios de inyección de plásticos lo sabe, la cuota horaria se calcula restando del precio de venta del producto, el costo de materia prima y multiplicándolo por la producción horaria de dicho producto.

Por ejemplo: si inyectamos un producto que lo vendemos en $0.70 y el costo de materia es $0.45; nos daría un precio de moldeo de $0.25, que multiplicado por la producción de 240pz por hora, obtendremos una cuota horaria de $60.00

En la página web de la revista Plastics Technology en Estados Unidos encontrarán una sección denominada Hourly Rates; ahí verán una tabla con los resultados de una encuesta en la industria de inyección de plásticos de Estados Unidos. Si ustedes la analizan detalladamente, observarán que está dividida en la parte superior por el tamaño de la máquina de inyección (en Toneladas de fuerza de cierre) y lateralmente por zonas geográficas; de tal forma que podemos saber la cuota horaria de cualquier tamaño de máquina en cualquier zona de la Unión Americana. Y no solo eso, sino que la cuota horaria está presentada en su nivel inferior, superior y promedio de cada zona y cada tamaño de máquina. Y por último, en la parte inferior encontramos el promedio nacional por tamaño de máquina.

Para el ejemplo que estamos definiendo aquí tomaremos el tamaño de máquina 300 ton con una cuota promedio nacional de $60.00. Donde supondremos como nivel más bajo $30.00 y más alto $90.00. Con esta información definimos la segunda escala de nuestro Nomograma de la Función Competitividad.

Por último, definiremos la escala de la función Servicio. Con la ya muy antigua exigencia de las “entregas justo a tiempo” considero que una buena referencia para nuestra escala será el porcentaje de los lotes entregados anualmente que fueron entregados justo a tiempo. Arbitrariamente estoy tomado el 85% como media y 70% como valor mínimo; aunque esto puede ajustarse de acuerdo con la realidad del mercado de cada empresa. Por lo tanto, la tercera escala del Nomograma de la Función Competitividad, será:


Teniendo ya definidas las tres variables (escalas) del Nomograma de la Función Competitividad, al unirlas obtendremos un nomograma de competitividad, para máquinas de 300 ton; donde la Empresa A tiene una competitividad promedio con una calidad de 300PPM de rechazos, una cuota horaria de $60.00 y el 85% de las entregas totales justo a tiempo.

En este mismo Nomograma podemos ubicar a la Empresa B; que a pesar de tener solo 100PPM de rechazos y el 95% de las entregas justo a tiempo, su competitividad sería igual a la Empresa A; ya que aun teniendo una mejor calidad y un mejor servicio, tiene un nivel de precios más alto, con una cuota horaria de $80.00 por hr. Lo mismo sucede con la Empresa C; que teniendo un precio más bajo, con una cuota horaria de $40.00 por hora; también ofrece una calidad más baja y un servicio más pobre, de 500PPM de rechazos y 75% de las entregas justo a tiempo respectivamente.

Este tipo de diferencias las encontramos normalmente entre empresas que atienden a diferentes mercados; donde la Empresa C trabaja para un mercado menos exigente con la calidad y el servicio, pero exige un precio más bajo; y donde la Empresa B trabaja para un mercado más exigente en calidad y servicio, pero están dispuestos a pagar mejores cuotas horarias.

También es posible graficar datos como los de la Empresa D donde a pesar de tener un nivel de precio más alto que el de la Empresa A, con una cuota horaria de $70.00; ofrece un nivel de calidad superior a su nivel de precio, con 100PPM de rechazos y también con un nivel de servicio superior con el 95% de las entregas justo a tiempo. Por lo que podemos asegurar que la Empresa D es más competitiva que la Empresa A.

Por el contrario con la Empresa E, que tiene un nivel de precios inferior al de la Empresa A, con una cuota horaria de $50.00; ofrece un nivel de calidad inferior a su nivel de precio, con 500PPM de rechazos y también con un nivel de servicio inferior del 75% de las entregas justo a tiempo. Aquí aseguramos que la Empresa E es menos competitiva que la Empresa A, y sobre todo que la Empresa D.

Por lo tanto, no podemos decir que una empresa es más o menos competitiva solamente al hablar de su nivel de precios; como lo mencionamos en el segundo párrafo de este reportaje: la Competitividad es la adecuada combinación de la Calidad, el Precio y el Servicio al dimensionar y graficar las variables de calidad y servicio, conjuntamente con el precio; podemos analizar su combinación real. 

De qué tipo de empresa es la suya; ¿una que ofrece mejor calidad y servicio por el precio que cobra? O ¿una que tiene precios bajos, pero con una calidad y servicio inferiores? Si le interesa poder realizar este tipo de análisis háganoslo saber.

CONTENIDO RELACIONADO