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Nota del editor: Esta es la primera parte de un especial con dos entregas. Puede encontrar las ligas de la serie completa a continuación:

Parte 1: el reto de hoy.

Parte 2: principios a considerar.

Al empezar a escribir sobre empaques sustentables, me resulta obligado resaltar la elevada dependencia de los diversos segmentos de mercado como son los sectores agroalimentario, farmacéutico, eléctrico y electrónico, del vestir y el calzado, entre muchos otros más y su fuerte conexión o posiblemente, alta dependencia de la industria del empaque y del embalaje y a su vez la importante incidencia que ha adquirido en la temática ambiental, ecológica o verde.

Por otra parte, en la actualidad los consumidores —cada vez más comprometidos con el ambiente— demandan que los diversos productos de consumo además de cumplir con los requisitos de desempeño, de calidad y seguridad, cubran los requerimientos de sustentabilidad otorgando valor económico y social sin afectar negativamente a las personas o al medio ambiente.

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Por lo que es indispensable que los desarrolladores de tecnologías y fabricantes contemplen la valorización ambiental de sus productos mediante la previa identificación, medición y corrección de los impactos ambientales a lo largo de cada una de las diversas etapas del ciclo de vida.

Así mismo, para complementar mi visión del tema, decidí dar un paseo por diferentes supermercados y zonas comerciales de diferente índole encontrándome con un fuerte bombardeo publicitario y de marketing, destacando encabezados de artículos diversos como “eco-amigables” o “respetuoso del medio ambiente“, “producto o proceso verde”, y “sustentables”, términos que se dirigen a tener un efecto en la conciencia y que se utilizan intercambiables. De hecho, no se refieren exactamente a lo mismo, pero se les otorga erróneamente el mismo significado, creando con ello una gran confusión entre los consumidores.

Todo esto me llevó a evocar, dentro de las tradiciones mexicanas, al viejo y conocido refrán “El que es perico, donde quiera es verde”, así como el dicho “No todo lo que brilla es oro”, que nos remite de manera incorrecta, que todo aquel producto considerado verde o amigable con el planeta es de carácter sustentable, lo que en la mayoría de las situaciones dista mucho de ser cierto.

Es decir, no todo producto que pueda ser considerado ecológico cumple necesariamente con los requisitos de sustentabilidad y para ello tendría que cumplir con las siguientes enmiendas: ser socialmente justo, económicamente viable y ambientalmente correcto.  

Por ello, creo necesario, en el presente artículo subdividirlo en dos partes principales, donde en una primera instancia me enfocaré a tratar de definir o aclarar estos términos en el entorno ecológico de los materiales y en un segundo apartado, comentar las características a puntualizar para los empaques sustentables.

Primeramente, les invitaría a recordar el artículo publicado en Plastics Technology México, el mes de abril del año pasado, con el título “La sustentabilidad y la circularidad de los plásticos”, donde definimos el concepto de sustentabilidad como, todo aquel sistema, proceso o producto que satisface las necesidades actuales usando, de manera racional los recursos naturales, sin comprometer la posibilidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades. Donde deberá cumplirse con conjunción de los tres pilares de desarrollo sustentable:

  • Componente social: no puede ser sustentable, si no es socialmente responsable.
  • Componente económica: no pude ser sustentable, si no es rentable.
  • Componente ambiental: no pude ser sustentable, si no protege al medio ambiente.

Ya una vez que hemos recordado la definición de la sustentabilidad, procedemos a tratar de aclarar los conceptos de los términos utilizados en el entorno ecológico y sustentable.

  • Producto o proceso verde. El significado de la palabra "verde" se usa frecuentemente como un término informal relacionado con la conciencia ecológica, para explicar todo lo que beneficia al medio ambiente.
  • Producto o proceso eco-amigables” o “respetuoso del medio ambiente. Su significado concreto y de corto alcance se reduce a todo aquello que no daña al planeta.
  • Producto o proceso sustentable. Se refiere a actividades que permiten resolver un problema específico sin tener implicaciones adversas ni comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus necesidades.

Como se puede apreciar, las palabras son similares en intención, y se centran en el objetivo de proteger al planeta y sus recursos naturales.

Ser verde supone cuando intentamos que un proceso o producto sea sustentables en el momento mismo que se lleva la acción. Mientras la sostenibilidad se enfoca en el futuro generando beneficios ambientales, sociales y económicos, sin utilizar demasiados recursos o causar contaminación.

Por lo tanto, los desarrollos verdes o amigables con el ambiente se enfocan en resolver el problema de manera actual, mientras que el desarrollo sustentable se ocupa del futuro y sus implicaciones.

A pesar de utilizar técnicas o materiales no sustentables, un producto puede considerarse como un producto verde, al no contar con información técnica. Sin embargo, no importa cuán 'verde' sea el producto si no se cuenta, por ejemplo, con un sistema establecido de acopio, recolección y separación, si requiere del consumo de combustible para ser transportado por largas distancias, o si el costo de las materias primas se incrementa por no ser producto nacional, por todo ello no puede considerarse sustentable.

Por ejemplo, un producto hecho de recursos renovables se considera eco amigable, pero si un análisis del ciclo de vida muestra que requiere mucha energía para fabricarlo y transportarlo, o no se cuenta con una metodología eficiente de tratamiento de sus residuos, entonces no se considera sostenible.

La sostenibilidad incluye actividades ecológicas y productos verdes, pero verde no significa necesariamente sostenible.

Por otra parte, dentro del segundo apartado del presente artículo, debemos contemplar el importante papel que juega el embalaje en el sector alimentario, evitando las pérdidas de producto durante la distribución y aumentando la vida útil del producto durante la etapa de consumo. Sin embargo, el medio ambiente y su protección, la conservación de los recursos naturales y el ahorro de energía, son hoy en día prioridades clave para todas las sociedades modernas. Una de las características más importantes del embalaje es su relación con la sustentabilidad y la protección del medio ambiente.

Las estrategias para mejorar el desarrollo sustentable de los empaques, como una mayor eficiencia, reciclabilidad y eliminación de componentes tóxicos, deben equilibrarse con todos los criterios de rendimiento relevantes durante la producción, distribución, almacenamiento y uso, encaminado todo ello hacia lograr una optimización del empaque en orden a reducir la generación de empaque residual, desprendiéndose las siguientes principales directrices de optimización:

  1. Reducción del desperdicio de productos.
  2. Máximo de reciclaje de los materiales de empaque.
  3. Minimización del trabajo de transporte y la pérdida de eficiencia en el transporte y la distribución.
  4. Minimización del consumo de material.

Con la intención de acotar objetivamente si un empaque es "sustentable" se han realizado grandes esfuerzos por definir los lineamientos que traten de englobar de manera lo más completa posible un empaque sustentable, por lo que se enuncian los siguientes principios.

Principios empaque sustentable.

 

  • Efectividad: apto para su propósito (el sistema de embalaje cumple con sus requisitos funcionales con un impacto ambiental y social mínimo).
  • Eficiencia: uso mínimo de materiales y energía (el sistema de empaque está diseñado para usar materiales y energía de manera eficiente durante todo el ciclo de vida del producto).
  • Circularidad: materiales renovables y reciclables (el empaque está diseñado para reducir la dependencia de recursos no renovables y recuperarlos para su reutilización o reciclaje).
  • Seguridad: no contaminante y no tóxico (los materiales de empaque y los componentes utilizados en el sistema, incluidos materiales, acabados, tintas, pigmentos y otros aditivos, no representan ningún riesgo para los humanos o los ecosistemas. En caso de duda, el principio de precaución aplica.)

Estimado lector, espero que estas breves notas en búsqueda de aportar conocimiento y a la vez aclarar algunos términos “ecológicos”, que puedan llevar a la confusión en lo que respecta la temática de empaques sustentables, resulten ser de utilidad. Me reitero a sus órdenes, agradecido por el favor de su confianza. 

Lea a continuación Parte 2: principios a considerar.

Sobre el autor

MC. Adrián Méndez Prieto.

Centro de Investigación en Química Aplicada
Dpto. Procesos de Transformación de Plásticos
Blvd. Enrique Reyna H. 140 Saltillo, Coahuila. México. CP 25294
Tel. +52 844 438 98 30 Ext. 1312 adrián.méndez@ciqa.edu.mx

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