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Adriana Espinoza, investigadora del CIQA.

Adriana Espinoza, investigadora del CIQA.

La doctora Adriana Espinoza es Ingeniera Química de formación. Tiene una maestría y un doctorado en tecnología polímeros por el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA), donde justamente surgió la chispa que despertó su interés por los materiales plásticos.

Desde este enfoque, la Dra. Espinoza comenta que ha tenido la oportunidad de trabajar en proyectos de investigación y desarrollo para diversos sectores. “Nos han llegado proyectos de la industria del plástico enfocados a la medicina, a la industria militar, a la industria de empaque, y al sector de la construcción”, comentó.

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La doctora Espinoza disfruta especialmente trabajar en la preparación de compuestos, porque asegura que es como trabajar en una fórmula mágica para mejorar alguna propiedad de los materiales:

“En la institución hacemos ciencia aplicada, de tal forma que cuando llega alguien con una necesidad podemos responder con una solución que sea práctica, escalable y rentable. Eso, como investigador te da otra visión. Tienes que orientar el conocimiento y aprender a crear materiales con base en las necesidades del cliente. Si el cliente dice que requiere mejorar la resistencia mecánica de un cierto material, ahí es donde debes enfocarte”, agregó.

En el CIQA, ha trabajado con polietilenos y polipropilenos, pero también con plásticos de especialidad. “He trabajado en el desarrollo de materiales compuestos, por ejemplo, con características antiflama. Otra parte interesante son los compuestos plásticos con alta conductividad térmica y con propiedades eléctricas. Aquí hay una gran oportunidad porque desde hace tiempo la industria está tratando de sustituir muchos materiales metálicos, principalmente automotrices, por materiales plásticos”.

Algo que le llena de satisfacción es saber que varias empresas, tanto pequeñas, medianas o grandes, se han beneficiado con los desarrollos en los que el CIQA ha contribuido. Así, ver los productos en el mercado o saber que ya se está llevando a cabo el escalamiento a nivel piloto, es una gran motivación para ella.

De las líneas de investigación que más le apasionan, no duda en destacar los biocompuestos, en los cuales ella y sus colegas han venido trabajando desde hace cinco o seis años.

“Esta es de las líneas que más disfruto porque sé que hay un compromiso social muy fuerte de parte de nosotros los científicos y tecnólogos, y aquí hay oportunidades para hacer una contribución ambiental, social y económica. En realidad, empecé a involucrarme en esto precisamente por este compromiso y por la inquietud de mejorar la calidad de un plástico, pero con materiales más sustentables, y promoviendo toda esta parte conceptual de la Economía Circular”.

De acuerdo con la especialista, comenzaron a explorar con fibras de agave para fabricar biocompuestos, pero por ciertas cuestiones terminaron enfocándose en residuos de la industria cafetalera, como la cascarilla y el grano de desmanche, que ha sido poco explotado en México.

De las líneas de investigación que más le apasionan a Adriana Espinoza, no duda en destacar los  biocompuestos.

De las líneas de investigación que más le apasionan a Adriana Espinoza, no duda en destacar los  biocompuestos.

En este proyecto, para el cual ya tienen una solicitud de patente, han tenido que ver otros aspectos diferentes al del laboratorio y las pruebas técnicas, pues han tenido que entrar en contacto con la industria cafetalera propiamente y entender no solo las características de los materiales sino el entorno que los rodea.

“Hemos tenido contacto con el Centro Agroecológico del Café A. C. (Cafecol), en Veracruz. Esto nos ha ayudado a entender cómo afectan las fluctuaciones del precio del café, y está llevando a los productores y procesadores a buscar otras alternativas, como comercializar los residuos”.

Toda esta pasión por lo que hace y la motivación que le imprime a cada proyecto, se ven reflejadas en sus credenciales de investigación. La doctora Espinoza pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), para lo cual ha debido cumplir con una serie de requisitos y resultados, que avalan sus aportes en la actividad de investigación. Así mismo, no se puede dejar de mencionar que fue la primera mujer del comité de la Red de Físico Química Teórica del CONACYT, donde tuvo importantes aportes en la organización de unos Foros de Vinculación, en 2016 y 2017, a través de los cuales se buscaba generar una conexión entre la academia y la industria.

Recientemente, ante las presiones que atraviesan los plásticos en la actualidad, ha tenido que conjugar su rol de investigación con el de vocera en la defensa de los plásticos.

“Los plásticos son materiales increíbles, pero como ahora están ‘satanizados’ me he tenido que enfrentar con situaciones a veces incómodas, donde ambientalistas y extremistas mal documentados atacan al sector de los plásticos. Allí, más que nunca es importante enseñar la otra cara de la moneda, y mostrar con hechos y datos todos los beneficios que traen los plásticos en la vida cotidiana. Ahora siento que parte de mi misión, y la de todos mis compañeros del CIQA, es enseñarle a la gente sobre los aspectos positivos de los plásticos”, concluye.

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