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Así enfrenta la industria europea del plástico el debate medioambiental

Para los gremios de la industria en Europa, el debate político y público sobre los plásticos va en la dirección equivocada. Las restricciones a los plásticos de un solo uso (SUP) son capaces de calmar el debate público a corto plazo, pero no son eficaces.

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En los meses previos a la celebración de la K2019, la industria europea del plástico tiene abiertos varios frentes. En general, la economía se está acelerando, la dilatada salida del Reino Unido de la Unión Europea está creando inquietud, los mercados tradicionales de exportación se están tambaleando, y la reticencia cada vez mayor por parte de los consumidores ante el uso de envases de plástico está provocando movimientos apresurados entre los legisladores que proponen un camino hacia la Economía Circular.

La economía alemana, el puntal de Europa por excelencia, se encuentra en una situación tensa, con un descenso de las exportaciones y las importaciones en los últimos meses. Una encuesta entre los ejecutivos de la industria mostró que la actividad de las fábricas en marzo superó las ya bajas expectativas. Los analistas de la consultoría IHS Markit llegaron a la conclusión que el sector manufacturero alemán “se encontraba claramente en una profunda recesión”. Alemania no está sola. De las cuatro economías más potentes, solo España se encuentra en rango positivo. Algunos analistas esperan que el PIB de la eurozona aumente este año, aunque solo ligeramente.

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Las ventas de la industria de procesamiento de plásticos en Alemania aumentaron más del 3% el año pasado, casi el doble de rápido que el PIB, señala Oliver Möllenstädt, Director Ejecutivo de GKV, la Asociación Alemana de transformadores de Plásticos.

“Esto resulta llamativo ya que la economía se mueve en un entorno internacional cada vez más incierto. Un crecimiento sólido en gran parte de la industria, sin embargo, no debe ocultar el hecho de que la industria del plástico se enfrenta a grandes desafíos. El debate sobre los plásticos en el medio ambiente, que en ocasiones cala hondo en los medios de comunicación y en el público, tiene un enorme impacto en las empresas de procesamiento de plásticos”, afirmó Möllenstädt.

Según Möllenstädt, la encuesta anual de la GKV ha mostrado que la gran mayoría de las empresas se han visto afectadas. “En nuestra opinión, el curso del debate político y público hasta ahora va en la dirección equivocada. La Comisión Europea y los gobiernos nacionales están intentando abordar las inquietudes de los consumidores con gestos simbólicos como las restricciones a los plásticos de un solo uso (SUP) y las bolsas. Esta estrategia es capaz de calmar el debate público a corto plazo y dar la impresión de ser muy activa, pero no resulta eficaz en cuanto al medio ambiente y la sostenibilidad”.

La industria del plástico en Europa “se enfrenta al momento de rendir cuentas”, apunta Martin Wiesweg, director de productos químicos (PS, EPS y PET) de IHS Markit.

“Durante años, el sector ha experimentado un crecimiento moderado pero constante, con cuantiosas ganancias y brillantes contribuciones en cuanto a innovación de productos y procesos, generación de empleo y valor añadido en términos de funcionalidad, comodidad y estética para la vida de las personas; sin embargo, está perdiendo cada vez más el pacto social y la buena voluntad pública. El motivo de la discordia es el enorme problema de los residuos plásticos. Cada vez con mayor intensidad y premura, los consumidores y las autoridades europeas se unen para luchar contra los plásticos adoptando medidas radicales a fin de frenar su uso y aplicar estrictamente una jerarquía de residuos”, señala Wiesweg.

Directiva para frenar el uso de plásticos de un solo uso

El Parlamento Europeo aprobó en marzo la directiva sobre plásticos de un solo uso. Es probable que se aplique en todos los Estados miembros para 2021. Las normas se refieren a los diez artículos que se han encontrado con mayor frecuencia en las playas. Las medidas incluyen la prohibición de determinados productos plásticos de un solo uso para los que existen alternativas en el mercado: bastoncillos de algodón, cubiertos, platos, pajitas y agitadores, así como vasos, recipientes de alimentos y bebidas fabricados de poliestireno expandido y todos los productos de plástico oxobiodegradable, además de palitos de globos.

La directiva también incluye un objetivo de recogida selectiva del 90% de las botellas de plástico para 2029 (77% para 2025) y la introducción de requisitos de diseño para que las tapas queden unidas a las botellas, así como un objetivo de incorporar el 25% de plástico reciclado en las botellas de PET a partir de 2025 y el 30% en todas las botellas de plástico a partir de 2030.

PlasticsEurope, la asociación profesional de productores de materiales plásticos de Europa, aplaude la adopción de la directiva y de que se reconozca que “la cruzada contra los desechos es una responsabilidad compartida entre las autoridades competentes, los productores y los consumidores”.

Asimismo, solicitó que se establecieran rápidamente directrices sobre definiciones y categorías para evitar el riesgo de que prevalezcan interpretaciones divergentes entre los estados miembros. La directiva es el resultado de la “Estrategia Europea para los Plásticos en una Economía Circular”, publicada por la Comisión Europea a principios de 2018.

Esta estrategia incluye planes para reducir los residuos, dejar de tirar basura al mar y hacer que el reciclado de plásticos sea más rentable para las empresas de la Unión Europea. Todos los envases de plástico del mercado de la UE deberán ser reciclables para 2030.

En la Asociación Europea de Transformadores de Plásticos (EuPC) con sede en Bruselas, que representa a los transformadores de plásticos europeos, su Director Gerente, Alexandre Dangis, lamenta las recientes medidas legislativas para frenar los plásticos.

“Con demasiada frecuencia se ignoran los beneficios de los plásticos. Ayudan a combatir el cambio climático al permitir el ahorro de emisiones de CO2 en todos los aspectos de nuestras vidas, evitan el desperdicio de alimentos y permiten la construcción ligera, el aislamiento y mucho más. La industria del plástico está comprometida y se esfuerza en potenciar su circularidad. Numerosas asociaciones y empresas se han comprometido a aumentar el reciclaje de los residuos plásticos y el uso de polímeros reciclados”, señala.

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