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DPA Services: oportunidades de negocio que “laten”

A Gina Valdez, directora de DPA Services, le latió salir de Michoacán y aventurarse a explorar las nuevas oportunidades que planteaba la naciente industria en Querétaro hace 20 años. Ese mismo sexto sentido también la llevó a incursionar en el sector de la electrónica, siendo una de las mujeres pioneras en este terreno de la manufactura en México.

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Gina Valdez, de DPA Services.

Gina Valdez, de DPA Services.

Aunque el foco de DPA Services son los componentes electrónicos, el conocimiento y la transformación de plástico ha sido un factor diferenciador para esta empresa que, entendiendo que el cliente valora recibir el producto lo más terminado posible, ha incluido procesos de inyección y extrusión dentro de su oferta para poder suministrar no solo la tarjeta electrónica sino el componente ya ensamblado en su ubicación final.

Ese espíritu de ofrecer un valor diferencial ha caracterizado el emprendimiento de Gina Valdez desde sus inicios. Esta administradora de empresas nacida en Morelia aceptó una invitación de trasladarse a Querétaro e incursionar en un área hasta el momento desconocida. Iniciaron trabajando en programación de microcontroladores o diseño de hardware y de software, y en la medida en que el negocio se fue dando a conocer y fue despegando la actividad industrial en Querétaro, fueron creciendo.

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“Fue incluso hasta una sorpresa, no por el hecho de que no nos esforzáramos en hacer bien las cosas, sino porque en aquel entonces esta cuestión de la electrónica y lo que hemos estado haciendo era medio desconocido y estaba fuera del alcance de los pequeños productores o de las empresas”, añade.

Mientras se hicieron a un lugar en este nicho de mercado, DPA Services logró desarrollar proveedores locales, enseñándoles una nueva forma de trabajo en la que los forecast no eran una prioridad, si no las acciones que se necesitan en el corto plazo para un proyecto en concreto. Valdez comenta que el no tener claro desde el principio cómo era que se acostumbraba a hacer las cosas en este mercado y llevar a sus proveedores a un escenario en el que negociar el precio no era el primer paso, es en parte la clave de cómo conquistaron este segmento.

“Siempre hay empresas y personas que te logran entender, dicen ‘ah, mira, está haciendo algo diferente, órale’ o ‘está loquita, dale lo que necesita y ya luego a ver que se haga bolas’. Es precisamente el hecho de ser persistente y no rendirte. De diez proveedores me funcionaron tres, pero con esos tres saqué el negocio adelante, entonces sí es mucho precisamente el necear, el ser muy insistente, el tener tus objetivos bien claros y no perderte de repente en los rechazos”, afirma.

Esta administradora confiesa que además de dejarse llevar por ese famoso “sexto sentido” en algunas ocasiones, y de sacarle el mayor provecho a la atención al detalle que caracteriza a las mujeres, el tema de género no ha sido un obstáculo para crecer en su negocio y, de hecho, reconoce que al ser una actividad industrial hay formas establecidas de medición de capacidades o cualidades que son universales y están normalizadas y cuando se cumple con estos estándares, lo demás pasa a segundo plano.

“Yo no creo que se me haya ido un negocio por el hecho de ser mujer. A lo mejor sí, y no me di cuenta, pero, no creo. Finalmente, la industria, así de fría como es, se va por el precio, por la conveniencia y por cumplimiento en metas. Ya si eres mujer o no eres mujer es lo de menos”, explica.

Esa atención al detalle se refleja, por ejemplo, en cuidar al cliente en cada etapa de proceso productivo y en entender que el mejoramiento y la innovación deben ser una constante para mantener a ese cliente cautivo. “Es leer, prepararte, estudiar otros casos, hacer un benchmarking, o sea no paras. El buscar esa atención individual para cada uno de ellos en todos los sentidos, porque cada uno necesita distintas cosas, el cliente de aeronáutica necesita unas cosas, el de electrodomésticos otras, el de iluminación otras, el de wearables otras”.

Añade que esa sensibilidad en el trato y el interés por conocer a la persona que está detrás del negocio también pueden ser otros de esos factores diferenciadores que, como mujer, le han permito avanzar en la industria.

“Desde mis primeros clientes que empecé a darme cuenta que al final hablas con personas, o sea esa persona representa a una compañía, muy grande, internacional, pero finalmente estás hablando con una persona. Entones yo creo que para mí eso también ha sido clave, esa sensibilidad”, indica.

Investigar también fue la clave cuando fue invitada a ser parte del Consejo de CANACINTRA, a mediados de la década pasada. Además de la satisfacción de haber contribuido en varios proyectos para el desarrollo de Querétaro, Valdez se enorgullece haber sido la única mujer en el Consejo en su momento y de haber tenido la oportunidad de trabajar y de aprender de varios referentes de la manufactura en la región. Aquí destaca especialmente el apoyo recibido por el Instituto Queretano de Herramentales (IQH), como un aliado estratégico en muchos aprendizajes.

A Gina Valdez ahora le “late” fortalecer su presencia en la industria aeronáutica y pasar de la proveeduría de prototipos y equipos de prueba, a proveer piezas de producción. Para ello debe implementar varios cambios al interior de la empresa y establecer procesos más acordes con la forma de trabajar de esta industria. Desde ya, está lista para el reto.

* Gracias al Instituto Queretano de Herramentales (IQH) por su apoyo para la realización de esta entrevista.

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