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El IQH es parte activa del ecosistema industrial del creciente sector de moldes, troqueles y herramentales del estado y del país.

El IQH es parte activa del ecosistema industrial del creciente sector de moldes, troqueles y herramentales del estado y del país. Platicamos con su director, Miguel Aguirre.

El Instituto Queretano de Herramentales (IQH) es un centro de capacitación y desarrollo que impulsa el crecimiento industrial para empresas de los sectores de plásticos y metalmecánica. En la parte empresarial ofrecen programas de capacitación en diferentes niveles, desde cursos abiertos, cursos a la medida para empresas, hasta todo un proyecto de educación dual, con el cual recibieron el año pasado a 350 jóvenes de preparatoria técnica pública. De este semillero, han generado dos graduaciones de alrededor de 90 chicos en el sector plásticos, seis premios internacionales y becados en el Tec de Monterrey. También tienen una preparatoria técnica, dirigida a un sector vulnerable, cuyo objetivo es prepararlos para alcanzar en corto tiempo la independencia económica.  

Hoy en día, el IQH es parte activa del ecosistema industrial del creciente sector de moldes, troqueles y herramentales del estado y del país, por lo que resulta sorprendente pensar que hace tan solo un poco más de cinco años, aún era un concepto y sus instalaciones estuvieran en planos. De ahí, que sea de aplaudir el dinámico crecimiento y los resultados que ha logrado desde que se forjó la primera piedra en enero de 2015.

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El artífice de esta iniciativa es el Ing. Jesús Calderón, director de la compañía de plásticos Food Keepers, y actual presidente del IQH, apoyado por Miguel Ángel Aguirre, actual director, quien con gran maestría se encarga de enlazar los nodos de una red de conexiones, en la que proveedores de tecnologías para la industria, convertidores de plástico, fabricantes de moldes, asociaciones industriales, academia, medios y otros actores han llegado a un sincretismo para un ganar-ganar.

Detrás de este pensamiento colaborativo, Aguirre refiere una consigna que aprendió de una mentora en sus primeros años de vida profesional y que ha llevado a la práctica: sumar en lugar de restar.

En sus inicios, Aguirre estudió Administración Industrial, la primera carrera que se abrió en Querétaro con un perfil mitad ingeniero, mitad administrador. Luego, obtuvo una beca para estudiar Comercio Exterior en España, lo que le abrió un horizonte diferente. Comenzó su vida laboral como becario en Ferrocarriles Españoles en el área Comercial y de Desarrollo Logístico. Más adelante, trabajó en una consultoría en Inglaterra, Venezuela y Costa Rica. Al llegar a México, incursionó en el área de plásticos, pero encargado del área de compras de una empresa que se llama Condutel, que era la que hacía los cables multiconductor y desarrolló un proyecto del cable de fibra óptica. Allí comenzó a tener contacto con polietilenos, polipropilenos y con retardantes de flama, entre otros.

Miguel Ángel Aguirre, director del Instituto Queretano de Herramentales y del Clúster de Plásticos de Querétaro.

Miguel Ángel Aguirre, director del Instituto Queretano de Herramentales y del Clúster de Plásticos de Querétaro.

Luego, se fue a la Ciudad de México para ver otros horizontes, y terminó vinculándose con el sector de la belleza con diversos roles en Avon y, luego, como director de proyectos comerciales en L’Oreal. Fue en Avon que conoció a su mentora, quien lo guió para buscar  las fortalezas en la unión y la colaboración.

“A veces el universo te cambia la vida. Así es que regreso abruptamente a Querétaro, donde la industria apenas comenzaba. Eran los principios de la década del 2000. Decido poner unas tiendas, y allí me conecto con el Ing. Jesús Calderón para quien inicio una consultoría para su empresa de plásticos. Allí comienzo a aprender de moldes, de producto, del valor del precio del producto y de diseño”.

Después de trabajar conjuntamente en el crecimiento de la empresa, con la vinculación de clientes como Avon, Fuller, Arabela, Soriana y Walmart, se mueve a otros roles.

“Allí descubro que el plástico es un mundo muy bonito y muy rentable. Por eso cuando a veces alguien me pregunta qué negocio pondría, yo siempre respondo: ‘yo no conozco a un plastiquero pobre, pero tampoco conozco a un plastiquero que no trabaje. Es un trabajo es muy pesado, pero si se hace bien va a dar dinero’. Así, he podido aconsejar a varios emprendedores, que hoy tienen sus empresas”.

Según Aguirre, luego llegó la oportunidad de hacer algo diferente. “Lo primero que decimos es ¿qué falta en el sector?, y nos damos cuenta de que falta mano de obra y falta gente especializada, y que la oferta de formación está lejos de cubrir la necesidad. Entonces, como parte de un consejo en el que está el Ing. Calderón y otros empresarios, decidimos que el mejor proyecto era abrir un instituto que tuviera un enfoque empresarial pero también social, y que fuera pilar para ayudar a muchos jóvenes de escasos recursos a obtener su primer empleo y vincularse con una industria próspera y creciente”.

Uno de los aspectos más retadores de esta labor, según Aguirre, es sensibilizar a los  empresarios, para aportar en el desarrollo del capital humano. “Muchas empresas quieren tener el personal capacitado, pero a veces no son tantas las que destinan un recurso para sembrar. Es una inversión que garantiza su futuro empresarial”.

Dentro de sus logros en el mundo industrial, Miguel Ángel Aguirre destaca la realización de la primera Expo Encuentro Industrial Querétaro, que inició de cero y realizó en sus primeras ediciones, y que hoy en día es un referente para el estado.   Así mismo, destaca especialmente la satisfacción que recibe cuando sus estudiantes alcanzan un logro.

Ver a los chicos terminar sus programas de educación dual, de la preparatoria y obtener un trabajo o inclusive un reconocimiento internacional, como Pablo Arreguín, que hoy está en el Tec de Monterrey becado, no tiene comparación” comenta.

“Definitivamente, sumando logras”, concluye.

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