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Organización y persistencia, las claves para el despegue de Croplastic

Croplastic es uno de los muchos talleres de inyección de Querétaro. Sus retos y aprendizajes pueden ser similares a los de cualquier otra empresa. Lo que los hace diferentes es que sus socios encontraron el equilibrio para aportar desde sus fortalezas y mantenerse a flote en un sector que no resultó tan fácil como pensaban.

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Yaneli Ortega, socia fundadora Croplastic.

Yaneli Ortega, socia fundadora Croplastic.

Yaneli Ortega vio en la idea de montar una empresa de inyección de plásticos junto con otros dos socios una oportunidad para invertir un capital ahorrado y una opción de empleo. Sin ser ingeniera o tener conocimientos previos del mercado, pero con la convicción de que en este sector estaba su futuro, en 2015 se aventuró a crear Croplastic.

Por su trabajo en la administración estatal había tenido la oportunidad de visitar algunas plantas, de asistir a las inauguraciones de otras, y fue entonces que con sus socios pensaron que montar una empresa de plástico era un negocio atractivo.

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“A nosotros nos impresionó el proceso de producción que es la inyección de plástico, la transformación. Cómo de unas bolitas o pellets puedes llegar a hacer piezas para refrigeradores, para estufas”, comenta Yaneli.

Aunque se asesoraron de expertos en el tema e inclusive contrataron a alguien experimentado que les ayudara a poner a producir sus primeras tres inyectoras, de modelo antiguo y con algunos problemas técnicos, el camino fue más difícil de lo que pensaron.

Rentaron un lugar que tuvieron que adecuar y, mientras comenzaron a llegar las facturas, vieron que este inicio demandaba una inversión constante sin retorno para ellos. En ese momento uno de los tres socios decidió apartarse del negocio mientras que Yaneli y Diego Ramos, su otro socio, decidieron seguir trabajando y apostarle a este proyecto.

“Al inicio hasta mi familia me decía ‘no pues ya mejor vendan las cosas, ya para que le siguen intentando’… El chiste es creer en lo que uno quiere y en lo que uno tiene en la cabeza y que uno puede con eso”, afirma.

Estas cargas se fueron alivianando en la medida en que comenzó a llegar más trabajo y, con él, las ganancias. Pudieron contratar operadores, un supervisor de planta y adquirir más maquinaria. “Ahora se están trabajando las 24 horas, cada turno es de 8 horas y terminamos el sábado a las 2 de la tarde. Nuestra idea obviamente es crecer, o sea trabajar las 24 horas, hasta el domingo, no parar, seguir trabajando”, comenta.

Croplastic produce componentes para estufas y refrigeradores, y anillos de tutoreo que se utilizan en las plantaciones de tomate para que el fruto de la planta crezca en la parte de arriba. La meta, a futuro, es producir piezas para la industria automotriz.

“El primer logro fue ver que las máquinas estuvieran trabajando 24 horas al día. Al inicio nosotros nos empeñamos en hacer el molde de anillo de tutoreo y no quedó como nosotros esperábamos. Era muy pesado porque salían las piezas y tenías que estar rebabeando, o sea como 10 piezas tardabas demasiado, la máquina se paraba. En el momento en el que ves que las máquinas trabajan las 24 horas, que la pieza cae limpia, que nada más tienes que cortar la rama, para mí eso ya es un logro”, comenta.

La clave para sostener este proyecto ha sido la persistencia y la organización. Si bien Yaneli y su socio siguen bajando al taller y trabajando hombro a hombro con sus 18 empleados, han decidido enfocarse en lo que cada uno hace mejor. Diego se encarga de las ventas y Yaneli de la administración del día a día de la planta.

No sé si es porque como eres mujer tienes esa calidez con las personas… Creo que si hay un círculo de armonía mejor va a salir el trabajo, porque el trabajo no solo se trata de la cabeza. Si los muchachos hacen bien su trabajo, se saca bien la producción, hay ganancias, se puede dar los bonos para los muchachos, o sea que todo es un círculo”, explica.

Además de la calidez y la organización, Yaneli Ortega destaca la atención al detalle como una de las cualidades que diferencian el aporte de las mujeres en su empresa. Las metas a futuro para Croplastic son ambiciosas. Además de penetrar en la industria automotriz quieren contar con un sitio propio para operar, y crecer en empleados, clientes y ocupación de capacidad instalada. Para lograrlo cuentan con un equipo joven pero comprometido y con un par de socios que han hecho oídos sordos a la negatividad externa y le han apostado todo a este proyecto.

 

* Gracias al Instituto Queretano de Herramentales (IQH) por su apoyo para la realización de esta entrevista.

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