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Enrique Villegas Valladares ejerce como director del CIATEQ en San Luis Potosí, .

Enrique Villegas Valladares, director del CIATEQ en San Luis Potosí.

Desde hace cinco años el doctor Enrique Villegas Valladares ejerce como director del CIATEQ en San Luis Potosí, cargo en el que ha trabajado con ahínco por demostrar que la formación de talento humano es fundamental en el desarrollo de la industria de moldes, troqueles y herramentales en México. Este directivo se ha esmerado por aportar sus conocimientos y experiencias de la esfera académica y del mundo de la agroindustria para acelerar la transferencia de tecnología y el avance de un sector prometedor para la manufactura del país. Tuvimos oportunidad de platicar con él, conocer su trayectoria y la visión que aporta al sector.

Con formación de licenciatura en Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México, pareciera poco probable que el doctor Enrique Villegas Valladares fuera a dedicar sus esfuerzos a un sector tan diferente como el de moldes. Sin embargo, el camino lo condujo poco a poco por este sendero. Sus estudios de maestría y su incursión como maestro en el mundo académico lo llevaron hacia el liderazgo de una carrera en administración agropecuaria en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

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“Siempre quise combinar la academia con la práctica, por lo que trabajé como asesor de algunas empresas agropecuarias. Entre ellas quisiera distinguir a Carranco, una compañía integrada verticalmente desde la parte agrícola y la producción de quesos, crema, yogur, mantequilla, hasta la parte comercial. Junto con su director, el ingeniero Ricardo Gómez Valle, conseguimos llevarla a escala nacional. Desarrollamos no solo productos y tiendas propias, sino todo un modelo de negocio”, comentó.

Su gestión en el CIATEQ inició tras su paso por el Consejo Potosino de Ciencia y Tecnología, y de presidir la Red Nacional de Consejos y Organismos Estatales de Ciencia.

“Me interesó estar en ese centro para impulsar el proyecto de moldes, troqueles y herramentales. En mis estudios de doctorado en Ciencias tuve grandes aprendizajes, uno de ellos fue entender que el éxito en los negocios no está en la eficacia operativa, sino en la estrategia. Es decir, en hacer algo diferente o de una manera diferente que la competencia. Con esta visión y mi experiencia previa quería aportarle un ángulo distinto al proyecto de moldes”, comentó.

Su acercamiento a los moldes empezó cuando era director del Consejo Potosino de Ciencia y Tecnología y conoció al ingeniero Francisco Antón, quien trabajaba en Mabe en un centro de desarrollo tecnológico de Querétaro. “Me dijo un día: hay una gran oportunidad en la producción de moldes, troqueles y herramentales en México, porque casi todo se importa. Es un mercado que vale mucho dinero, pero falta gente especializada en el tema. Desde ahí me surgió la inquietud”, comentó.

Según datos de la Asociación Mexicana de Manufactura de Moldes y Troqueles, el mercado de moldes y troqueles estaba avaluado en 5,000 millones de dólares y necesitaría 2,500 técnicos por año durante los próximos 10 años. “Al ver el potencial del proyecto, desde la presidencia de la Red apoyamos una convocatoria del Conacyt para atender proyectos regionales, interinstitucionales, multidisciplinarios y logramos generar presión para que se creara una convocatoria que atendiera este tema”.

De acuerdo con el doctor Enrique Villegas, hubo tres intenciones de presentarse a la convocatoria. La primera se declaró desierta. En la segunda participó el CIATEQ junto con CIDESI, pero no se aprobó el proyecto, y en la tercera lograron que el proyecto fuera evaluado satisfactoriamente y esto le permitió a la unidad de San Luis Potosí tener un área de especialidad distinta de las otras unidades de CIATEQ, porque estaba dirigida a moldes, troqueles y herramentales, aunque finalmente quedó solo para moldes de inyección de plástico.

Otro logro importante estuvo en la implementación del modelo de consorcios. Se trata de un modelo francés que busca complementar la oferta científica y tecnológica de varios centros con un proyecto insignia —este caso de moldes, troqueles y herramentales—. Así se constituyó el consorcio, en el que participaron tres centros: Comimsa, Cidesi y CIATEQ.

“Lo primero que advertimos cuando hicimos un ejercicio de planeación estratégica era que el conocimiento en moldes de inyección de plástico estaba fuera de México, y que se necesitaba buscar el modelo más adecuado para tratar de emularlo, no adoptándolo, sino adaptándolo a las condiciones de México. Vimos lo que hacían los chinos, los canadienses, los norteamericanos, los españoles, los italianos, los alemanes y también los portugueses”, afirmó Villegas.

“Encontramos que Portugal, un país de solo 10 millones de habitantes, apostó a los moldes a mediados del siglo pasado. Un empresario visionario, de fábricas de vidrio, decidió incursionar en los moldes de plástico y motivó a varios empresarios a hacer lo mismo. Ahora es el octavo productor de moldes en el mundo. Vimos que ahí había un verdadero ecosistema propicio para investigación, desarrollo tecnológico e innovación, en el que universidades y centros tecnológicos se dedicaban a formar recursos humanos”, continuó el directivo.

Y añadió: “Conocimos el modelo y tratamos de hacer algo parecido. Enviamos 15 jóvenes a estudiar en Portugal por un espacio de seis meses para fortalecer sus capacidades tecnológicas; regresaron a México y actualmente trabajan en la unidad de San Luis Potosí.”

La idea era formar una segunda generación y luego una tercera. Lamentablemente, el proyecto no pudo continuar y luego llegó la pandemia, pero la idea, según Villegas, es seguir formando ese núcleo base de técnicos para mantener el rumbo estratégico hacia la formación de recurso humano con un modelo que agregue valor al sector de MTH de México.

A pesar de este giro, el proyecto se mantiene firme en su labor mediante el trabajo conjunto con la Asociación Mexicana de Manufactura de Moldes y Troqueles —forman parte de su consejo directivo—, y también con el Clúster Automotriz de San Luis Potosí. “Esto nos permite que el proyecto, ya no consorcio, de moldes, troqueles y herramentales pueda servir para integrar empresas mexicanas en la cadena de proveeduría. En eso trabajamos”.

Enrique Villegas ve con optimismo el 2021. “Pensamos que para este año las cosas van a ser diferentes. Descubrimos que la producción de moldes es un termómetro económico. Cuando viene una crisis, sobre todo en sectores como el automotriz, se empieza a caer la venta de moldes (eso lo aprendimos de los portugueses), y cuando va a repuntar la economía empieza la actividad. Los pronósticos que tenemos indican que en 2021 va a ser un buen negocio la producción de moldes y troqueles. Las expectativas sobre la vacunación permiten proyectar una actividad más fuerte de los negocios, y se requerirá formar gente”.

En este sentido se refiere a la película Grand Prix (1966), dedicada a las carreras de Fórmula 1, en la que le preguntan al personaje de Jean-Pierre Sarti, interpretado por Yves Montand, cómo hace para ganar, y él responde: es muy fácil, cuando veo algo horrible en la pista, como un accidente o lluvia, le meto el pie al acelerador porque sé que en ese momento todos van a levantar el pie del suyo.

“En este momento pasa lo mismo. Tenemos que aprovechar las oportunidades. Por ejemplo, con el T-MEC y los requerimientos de un mayor componente regional hay oportunidades. Lo mismo ocurre con la pandemia: al disminuir flujos de mercancías, tenemos que meterle pie al acelerador. Esto quiere decir invertir, formar gente y atrevernos. Creo que esto deben hacer los empresarios en un sector como el de moldes”, comenta.

Según el directivo, hay cinco elementos fundamentales para que el sector de moldes aproveche las oportunidades de esta coyuntura. Esta lista es una compilación de aportes y visiones de expertos que han participado en eventos de la AMMMT, del CIATEQ y en el Foro Close Distance, de CAPIM, donde ha fungido como moderador, asistente o panelista, y que se llevaron a cabo a finales del año pasado.

El primer elemento es, sin duda, el T-MEC y sus requerimientos de incorporar un mayor contenido regional, que se hace más evidente en el caso de automóviles y autopartes. Esto crea un clima propicio para nuevas inversiones. En esta misma línea, un segundo elemento es la necesidad de formar personal especializado, que permita lograr una mayor eficiencia y eficacia en los procesos.

En tercer lugar estaría reducir el tiempo de producción, y en cuarto puesto la actualización tecnológica. En quinta posición, pero no menos importante, está aprender a cotizar precios en un entorno bajo en costos. Es decir, generar una metodología y unos costos acordes con un mercado muy competido.

“Diría que esos cinco elementos son los que se deben procurar como país. Se requiere promover un ecosistema propicio para que haya investigación en moldes, troqueles y herramentales, y que el nuevo conocimiento vaya encaminado a desarrollar proveedores mexicanos, sobre todo de empresas pequeñas, y que se vinculen a cadenas de proveeduría más robustas”.

Enrique Villegas Valladares aporta una mirada fresca y estratégica al sector de moldes, troqueles y herramentales, y en tiempos difíciles, como los que ha traído la pandemia, invita a seguir adelante con esperanza y determinación. Destaca que el CIATEQ tiene capacidades de formación por medio de cursos, maestría y doctorado, así como la prestación de servicios tecnológicos a la industria, que le permiten aportar en la mejora de la competitividad del sector.

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