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Providence Plastics: con mayor tonelaje mayores oportunidades

Segura de que en la apuesta por inyectoras de mayor tonelaje estaba su diferenciación en el mercado, Providence Plastics ha cimentado un crecimiento continuo para atender a clientes de talla mundial, con una capacidad instalada de prensas entre las 100 y las 2,200 toneladas de fuerza de cierre.
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Ubicada en Monterrey, con una planta de 2,400 metros cuadrados, la compañía fabricante de piezas plásticas mediante moldeo por inyección Providence Plastics ha basado su estrategia de crecimiento en la adquisión de tecnologías nuevas y en la diferenciación de sus capacidades mediante prensas de alto tonelaje.

Desde que iniciaron la fase de expansión de la empresa, sus directivos tenían claro que una máquina inyectora por encima de las 500 toneladas de fuerza de cierre los ubicaría en un área menos competida. El camino para llegar a esa primera meta fue arduo, pero hoy ya cuentan con prensas entre las 100 y las 2,200 toneladas, todas de modelos recientes, lo que les ha permitido crecer en tecnología y negocios para atender los mercados de electrodomésticos, empaques, automotor y eléctrico.

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A lo largo de los años han cultivado su experiencia en el manejo de una amplia variedad de resinas de ingeniería, moldeo de insertos, sobremoldeo y operaciones secundarias para la producción de piezas cosméticas o funcionales con pesos que pueden llegar hasta los ocho kilos.

Este año, Providence Plastics está lista para añadir un nuevo hito a su historia de logros con la apertura de una segunda instalación, de 500 metros cuadrados, con la que podrán su primer pie en Querétaro para hincarle el diente a la floreciente industria automotriz de la Zona del Bajío. Ya tienen un primer contrato para abastecerle piezas a Audi y están en la búsqueda de otros proyectos.

 

Sus inicios

En el campo del moldeo por inyección de plásticos, Providence Plastics inició sus operaciones hacia 1989. Sin embargo, la antecede un linaje de tradición empresarial de casi cincuenta años, cuando Don Carlos Nelli Marsicano inmigró a México desde Uruguay. Sin contactos y con poco dinero, comenzó un negocio de venta de maquinaria usada, que sería la base de lo que es hoy en día la compañía.

Este espíritu emprendedor ha acompañado la trayectoria de la empresa y ha guiado su enfoque gerencial. El giro hacia la inyección de plásticos se dio en 1989, cuando el hijo mayor de la familia, Carlos Nelli García, se acercó a un cliente para venderle una inyectora usada. “El cliente no compró la inyectora, pero en cambio terminó convenciéndome para que yo fabricara unos tapones plásticos de unas camas tubulares y se los suministrara. Vimos que era una oportunidad y así comenzamos”, comentó Nelli García, quien hoy es director de operaciones.

Luego, el negocio continuó creciendo. “Iniciamos con una máquina de 28 toneladas y después compramos una de 125 toneladas porque cada vez había más demanda... pero al terminar el auge de las camas tubulares, vendimos esas inyectoras y compramos una de 300 toneladas para diversificar y fabricar otros productos. Eso fue cuando el TLC”, recuerda Nelli García.

Más adelante compraron una segunda máquina, y empezaron a fabricar tapas para baterías de coches y a prestar servicios de maquila. En ese punto, hacia 2005, Carlos Nelli García tenía claro que era necesario tomar riesgos para crecer, y ese riesgo implicaba inversión en maquinaria y tecnología, así no tuvieran un contrato garantizado. “En ese momento tenía un socio que me decía que sólo podíamos comprar otra máquina si había un contrato de por medio. Sin embargo, en México y en esa época nadie garantizaba contratos, había que invertir a riesgo”.

Ahí fue cuando se conocieron con Robert Smith, gracias a un amigo en común. Luego de trabajar juntos, Smith como cliente y Nelli como contratista, iniciaron una amistad que los impulsó a ser socios y a apostar todo por el crecimiento de Providence Plastics.

“Carlos era el proveedor más pequeño y aunque tenía menos recursos que las demás compañías que participaban en el proyecto era el más cumplido. Eso me llevó a pensar que valía la pena hacer una sociedad con él y tomar la decisión de trabajar por un negocio propio”, comentó Smith, quien actualmente es director de ingeniería, proyectos y ventas, desde la oficina ubicada en San Antonio, Texas.

El reto era invertir para aumentar la capacidad instalada. Sin embargo su capital era limitado. “Descubrimos la marca de Haitian. Vimos que el nivel de tecnología era bueno y que con el dinero que teníamos podíamos llegar a considerar la compra de tres máquinas. Teníamos cierta prevención por usar máquinas asiáticas y era un pensamiento generalizado en esa época, que hoy ha cambiado. Nosotros veíamos la oportunidad de tener unas inyectoras nuevas que no iban a requerir mantenimientos o inversiones en repuestos y con las que podíamos comprometernos a cumplir con las entregas”, aseguró Smith.

“Fue un cambio de paradigma. Si no fuera por Haitian, nuestra empresa no habría crecido. No teníamos un capital, y con Haitian no solo obtuvimos una excelente tecnología sino también líneas de crédito que nos dieron el impulso”, aseguró Smith. “Ya llevamos más de 10 años con la primera máquina que compramos y sigue funcionando perfectamente”, comentó Carlos Nelli García.

La clave está en el tonelaje

Providence Plastics tuvo la visión de encontrar la manera de tocar puertas para ganar clientes. “No estábamos en capacidad de competir por precio. Nuestro cliente meta era aquel estaba dispuesto a pagar bien. Así que nos enfocamos en la mercadotecnia por Internet para llegar al mercado internacional. Invertimos en esto y comenzaron a llegar los clientes potenciales”, aseguró Smith.

Con la llegada de nuevos prospectos llegaron también nuevos retos, entre ellos la necesidad de mudar la planta a un lugar con mayor área y mejor ubicado. “Teníamos clientes buenos, empresas multinacionales, que llegaban a ver la fábrica y esperaban cierto nivel de estructura para darnos un contrato. Ir a un parque industrial era un sueño casi inalcanzable, pero  debíamos hacerlo...si quieres entrar a las grandes ligas debes tener un estadio de grandes ligas. Era un gran proyecto y un gran compromiso, por lo que hablamos con nuestros clientes y les pedimos su apoyo con más trabajo para justificar el gasto”, comentó Smith.

Según Nelli García, la única forma de soportar ese gasto era mediante la inversión en más máquinas. Ya habían incursionado en una inyectora de 460 toneladas, que trajeron de China. “No había tanta oferta de ese tonelaje y llegamos en el momento justo”, comentó Smith. Sin embargo, con la nueva planta compraron dos máquinas de 700 y 900 toneladas. “Esto nos llevó a marcar la diferencia. Así, cada vez íbamos sobresaliendo con máquinas más grandes. Ya con la capacidad instalada y el trabajo con nuestros clientes y contactos, el negocio ha crecido 4 o 5 veces”, añadió.

Con respecto a la alianza tecnológica que han establecido con Haitian para apalancar este crecimiento, el señor José Barroso, gerente comercial de Haitian en México, comenta que Providence Plastics trabaja por avanzar continuamente y este desarrollo se apoya en la confianza que les da las tecnologías que utilizan. “Ahora ya van para el estado de Querétaro, donde hay una explosión de la industria automotriz. Ellos han posicionado la idea de crecer en tamaño de máquinas, donde el mercado es más riesgoso pero menos competitivo. El costo de una máquina grande da miedo, pero ellos no se quedaron en la de 1,200 sino que van más adelante y ya tienen de 2,200 y van por más”, aseguró.

Además de la tecnología, lo que nos ha ayudado a crecer es que somos una empresa de servicio al cliente con entregas a tiempo y calidad, aseguró Carlos Nelli García.

“Siempre uno busca cómo diferenciarse. Somos jóvenes y pequeños, comparados con nuestros principales competidores. Es como un juego de baloncesto en el que somos bajitos y estamos jugando con los más altos. Entonces, ¿cómo competir con ellos? Hemos sido rápidos. Los clientes llegan a nosotros con urgencias, con necesidades, y nosotros los hemos atendido y hemos respondido”, finalizó Robert Smith.  

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