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Aplican polímero epóxico para sustituir hueso craneal

Egresados de la UNAM han desarrollado y aplicado con notable éxito un polímero epóxico capaz de sustituir hueso craneal. Sus propiedades físicas son similares al hueso y su costo es asequible.

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Hace poco, investigadores de la BUAP sorprendieron con la creación de un material biodegradable e imprimible en 3D, capaz de regenerar tejido óseo.

Ahora, egresados de la Facultad de Química de la UNAM también han puesto su granito de arena al desarrollar un material útil para la sustitución de hueso en operaciones que permite reparar daños en cráneo y otras regiones óseas.

Está dirigido a pacientes que no pueden acceder a prótesis craneales debido a su alto costo y se trata de una innovación moldeable, que el organismo lo asimila fácilmente, ya que se adhiere al tejido óseo. Sus propiedades físicas son similares al hueso y su costo es asequible.

De acuerdo con una nota publicada por la Agencia ID, el nombre de la tecnología es Masi-Epoxi, creada con sales minerales con un componente de calcio y un polímero epóxico que una vez endurecido se vuelve resistente y firme, de manera similar al hueso. El material se aplica principalmente en craneoplastías, es decir en intervenciones quirúrgicas donde se reparan defectos craneales. 

El químico y gerente del proyecto Epóxicos para la Salud, Francisco Solís Aguirre, explicó sus cualidades: “al aplicarse es moldeable y no cambia de temperatura, evitando abrasión a los tejidos circundantes, no se deforma ni afloja con el tiempo, lo cual brinda durabilidad de por vida. Tenemos registro de personas que desde los años 90 se les colocó y la tienen intacta”.

Durante la craneoplastía los cirujanos “remueven el cuero cabelludo, lo arremangan y queda expuesto el hueso. En las cavidades donde falten porciones óseas, se observa la dura madre que es la membrana que recubre y protege la masa encefálica. Entonces se va colocando la Masi-Epoxi y se va moldeando de tal forma que una parte quede sobre el hueso y el resto cubra totalmente el hueco”, detalló el investigador.

En este proceso de aplicación el médico tiene hasta 40 minutos para moldear y después de 12 horas el material innovador adquiere dureza similar al hueso natural, por lo que no dificulta los estudios de seguimiento, de radiología y resonancia.

Solís Aguirre describió que la innovación tiene una tasa de éxito arriba de 95 por ciento, superior a la de una buena parte de las prótesis comerciales, además de tener un costo no mayor a los cuatro mil pesos.

De acuerdo con la Agencia ID, actualmente la innovación se utiliza en el Hospital Juárez; sin embargo, aún requieren el certificado de buenas prácticas de manufactura y registro sanitario para su libre venta en México.

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