Bolsas, más allá de la prohibición: ANIPAC

A partir del primero de abril de este año entraría en vigor una ley anti bolsas en el municipio de Querétaro (ver actualización el plazo fue cambiado para el primero de agosto), derivada de la aprobación del Reglamento de Protección Ambiental y Cambio Climático en diciembre del año pasado. De acuerdo con el Ing. Juan Antonio Hernández León, presidente de ANIPAC, es una ley controversial. “Tiene muchas lagunas y falta de claridad. Preocupa mucho a la Asociación que esta ley avance”, reflexiona el ingeniero.

De acuerdo con el Reglamento, se prohíbe a toda unidad económica en el municipio de Querétaro proporcionar a los consumidores cualquier tipo de bolsa de plástico desechable para el acarreo de productos, ya sea de manera gratuita o en venta.

Para la ANIPAC, la descripción de bolsa de plástico desechable no es clara. Según el Reglamento, cualquier tipo de bolsa derivada del petróleo otorgada por el establecimiento es considerada como desechable. Sin embargo, la ANIPAC señala que estas bolsas pueden ser reutilizadas varias veces. La asociación no considera que a una bolsa de plástico se clasifique como desechable, ya que no es una cualidad establecida por el fabricante.

El directivo de la ANIPAC refiere que ha trabajado de manera coordinada con asociaciones como la ANTAD, ANIQ, INBOPLAST, México Sustenta, Careintra, Caintra y Canacintra, entre otras.  “Hemos ido en grupo para abogar por la no aplicación de esta ley y lo único que encontramos fueron oídos sordos y una falta de respuestas concisas y científicas de por qué prohíben las bolsas. La pregunta es ¿por qué las bolsas de plástico? Éstas tienen varios usos. Según estudios de Análisis del Ciclo de Vida de Semarnat, el 97% de los encuestados comentaron que tenían cuando menos un segundo uso y este segundo uso era para disponer la basura”, puntualiza el entrevistado.

El ingeniero señaló que existe información sobre muestreo hecho en los basureros en diferentes ciudades, donde la bolsa de plástico no representa ni siquiera el 1% del volumen y del peso de la basura total en basureros a cielo abierto, por ejemplo, un relleno sanitario.

 “Pero lo que sí está comprobado es que las bolsas de plástico son el artículo que ayuda a llevar más del 90% de la basura a los rellenos. Las bolsas llevan lo que los humanos le ponemos, no lo que solita se puso. Entonces creo que la responsabilidad es de todos”, indicó.

El ingeniero Hernández comentó que, si bien todos tienen derecho a externar su punto de vista, lo que no se vale es prohibir en tanto no se tenga una solución. Con este tipo de políticas públicas la más afectada será la economía de la región, aunado a la desinformación que se está generando en la ciudadanía y comercios.

El reglamento también indica que no se sancionará a aquellas unidades económicas que proporcionen para el acarreo de los productos bolsas reutilizables o desechables, cuando éstas sean biodegradables. De acuerdo con la ANIPAC, en México el uso de tecnologías de biodegradación aún no está comprobada bajo lineamientos ni Normas. Es decir, no existe hasta el momento un instrumento nacional que permita demostrar que un producto se biodegrade bajo las condiciones de confinamiento (tiraderos a cielo abierto, rellenos de tierra o rellenos sanitarios) de nuestro país, así como tampoco laboratorios acreditados que puedan realizar las pruebas.

Según un comunicado emitido por la ANIPAC, la degradación no debe considerarse como una opción sustentable para el fin de vida de los plásticos derivados de hidrocarburos, pues degradarlos implica destruir un material que puede reciclarse e inclusive llegar a afectar también el reciclaje de otros plásticos.

El Ingeniero Hernández señaló que se busca obtener un amparo. “Los promotores de esta ley refieren que las bolsas son productos diseñados de origen para ser utilizados una sola vez. Asimismo, la ley habla de las bolsas deben estar diseñadas para ser utilizadas más de cinco veces. Eso es muy discutible, porque hay cosas que se pueden utilizar varias veces, pero otras no. Asimismo, las personas pueden ser muy conscientes, pero en ocasiones van a tirar a la primera, la bolsa. Es una situación muy importante que todos los políticos y ambientalistas deben de tener en mente: es romántico pedirle a la industria que produzca partes y productos con materiales biodegradables. y la pregunta es de ¿dónde los vamos a sacar”, explicó. Dijo que la producción y utilización de biopolímeros en el mundo y México es corta. Explicó que en México se producen aproximadamente 100 toneladas de biopolímeros al mes, es decir 1200 toneladas al año: “y cuando vas y pláticas con los fabricantes, mayormente te das cuenta que, no son biopolímeros completamente, sino que son bio basados (mitad orgánicos y mitad fósiles) que son no son biodegradables”.

“La ecología está mucho más allá de una prohibición. La industria del plástico ha tenido grandes avances con relación a la infraestructura que se ha ido montando para reciclar todos los desechos plásticos que se van generando. México es ejemplo a nivel mundial acerca de la separación y reutilización de botellas”, indicó.

Conforme transcurre la conversación, el ingeniero Hernández detalla las alternativas que propone la asociación, y qué se está haciendo de la mano de otras asociaciones que también tienen la misma preocupación. “Informaremos y mantendremos nuestras redes sociales con mucha actividad. Seguiremos proponiendo los programas de producción y consumo sustentable que han sido muy eficientes, porque hay algunos estados que lo aceptaron hace años y ha sido un éxito. Ellos ya están listos para un segundo paso”, explicó.

El directivo señaló que la postura de la industria del plástico es clara: “queremos platicar, queremos dialogar, queremos mostrarles el trabajo y las inversiones que se están realizando. Yo le agradezco a la Semarnat, con quien hemos tenido reuniones muy atinadas en donde las propuestas de la industria se están escuchando en el sentido de que estamos proponiendo un plan de manejo de residuos plásticos a nivel nacional”, refirió.

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Ing. Juan Antonio Hernández, presidente de ANIPAC.