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La construcción de la nueva línea de Braskem en Texas comenzó en octubre de 2017 y la fase final de construcción mecánica se completó en junio de 2020.

La construcción de la nueva línea de Braskem en Texas comenzó en octubre de 2017 y la fase final de construcción mecánica se completó en junio de 2020. Crédito: Braskem.

El productor de poliolefinas y biopolímeros, Braskem Idesa S.A.P.I., anunció el lanzamiento de la producción comercial de la reciente línea de polipropileno que tiene una capacidad de más de 450 kilotoneladas (kt) o 1000 millones de libras anuales para productos como homopolímeros, copolímeros de impacto y copolímeros random.

A través de un comunicado a medios, Mark Nikolich, director ejecutivo de Braskem América, afirmó que la inversión de  750 millones de dólares en la línea de producción de polipropileno refleja el compromiso de la compañía por satisfacer las necesidades de sus clientes actuales y futuros.

“Con el próximo lanzamiento de nuestro centro de exportaciones globales en Charleston, Carolina del Sur, aumentaremos considerablemente la capacidad de abastecer a los clientes de toda Norteamérica, Sudamérica, Europa y Asia, gracias a esta expansión de la producción en Estados Unidos. También me gustaría agradecer personalmente a todo el equipo de Braskem, así como a nuestros socios de diseño y construcción, por hacer realidad este increíble proyecto en medio del complejo entorno a causa del COVID-19. La seguridad de nuestros miembros de equipo siempre es la prioridad y su desempeño excepcional durante todo el proyecto es un verdadero testimonio de su compromiso con la excelencia profesional”.

La construcción de las instalaciones impactó de manera positiva la economía de la región del golfo de Texas, ya que se empleó a unos 1,300 trabajadores del sector de la construcción, y se crearon otros 50 puestos de trabajo permanentes a tiempo completo en Braskem para respaldar la producción comercial a largo plazo.

El diseño de la planta se desarrolló totalmente en consonancia con el compromiso de sostenibilidad de Braskem y la consideración de los indicadores ecológicos, tales como las emisiones y la eficiencia en el uso del agua y la energía, además del reciclaje y la reducción de desperdicios.

La puesta en marcha de nuestra nueva línea de producción llega en el momento en que la industria norteamericana del polipropileno más lo necesita. El mercado se ha adaptado a la pandemia del COVID y la demanda en Norteamérica se ha recuperado a los niveles previos al COVID. Esta demanda, junto con los recientes retos operativos de la industria, ha creado una situación en la que los clientes de Norteamérica necesitan nuestro apoyo. Nos complace poner a disposición de los clientes de Norteamérica y también internacionales esta nueva capacidad de producción”, comentó Alexandre Elias, vicepresidente del departamento de Polipropileno de Norteamérica.

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