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Industria automotriz aprovecha la tecnología 4.0 de Stratasys

El mercado de los prototipos en termoplásticos de Stratasys ha crecido 20% en México en el último año, gracias a las ventajas que la manufactura en la industria automotriz ha encontrado en la impresión 3D.

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Stratasys, proveedora de tecnología 4.0 para la industria automotriz consideró recientemente que la industria automotriz instalada en México es sumamente atractiva para el desarrollo de valor agregado, pues posee un gran potencial para implementar la impresión 3D en la manufactura de sus procesos, algo que permitirá revolucionar el negocio con ahorros de costos y tiempos, afirmó Carlos Ramírez, gerente regional de la firma para América Latina.

Stratasys, que ya trabaja con Audi, Ford y Volvo, entre otras, afirma que ningún proyecto que mantiene con las armadoras y sus Tier 1, 2 y 3 en México se encuentra detenido por la incertidumbre que guardan las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

En una entrevista con el diario El Economista, Ramírez afirmó que el proceso de la modernización del TLCAN es observado como un asunto circunstancial, pero que los negocios siguen dando frutos. “Confiamos en que en los próximos cinco años el crecimiento sea 100% en México”, señaló.

La firma israelí atiende a la industria automotriz, aeroespacial, electrodomésticos, salud, entre otros, realiza prototipos de calaveras, luces, molduras, entre otras piezas a base de fibras de nylon, termoplásticos, que suplen el metal, con lo cual le permite modificar estructuras a menor costo y tiempo.

Audi, por ejemplo, espera reducir los tiempos de entrega del prototipo hasta en 50% para la producción de cubiertas de luces traseras; mientras que Volvo en Lyon, Francia, reporta que el tiempo requerido para diseñar y fabricar estas herramientas se ha reducido de 36 días a sólo dos días utilizando mediante la utilización de prototipos.

De acuerdo con el director regional de Stratasys, el consumo de sus prototipos en termoplásticos en México muestra incremento de 20% en lo que va del año, respecto al mismo periodo del 2017.

Por otra parte, también representa una mejora en costos: un molde en metal para la elaboración de una parte automotriz puede tener un costo de 50 mil dólares, mientras que una impresión 3D puede oscilar en 2 mil dólares, dependiendo de la pieza, tamaño y diseño.

Carlos Ramírez explicó que la impresión no forma parte de las tier automotrices ni de la línea de producción, sino que son parte del valor agregado de una manufactura, por lo que llamó a romper paradigmas y tener presencia local.

Impresora 3D de Stratasys. Impresora 3D de Stratasys.

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