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Millones de dósis de la vacuna desarrollada por AstraZeneca, y que para América Latina produce mAbxience —una moderna instalación argentina perteneciente al grupo Insud— se encuentran estancadas a la espera de que el Laboratorio Liomont, en México, cuente con los insumos  básicos como filtros, bolsas estériles, viales o excipientes biológicos para la terminación del producto.

Según lo reseña El País, de España, la causa es un problema mundial de desabastecimiento que se espera sea solucionado en abril y por ahora el material está paralizado en los laboratorios mexicanos de Liomont y en Argentina.

“El plan ha chocado con el desabastecimiento planetario de productos tan elementales como soluciones salinas, frasquitos y jeringas. Schott, el mayor fabricante mundial de viales, avisó ya en junio de que no podía hacer frente a pedidos de cientos de millones de frascos”, reseña el diario español.

Entre el 20 de enero y el 2 de febrero, mAbxience exportó a México doce millones de vacunas y produce en sus instalaciones mensualmente el equivalente a 18 millones de biológicos. 

Un portavoz de Liomont aseguró a El País que los suministros necesarios estaban ya “garantizados” y que el envasado empezaría “próximamente”.  Sin embargo, las dosis envasadas deberán esperar entre tres y cuatro semanas para que las autoridades regulatorias comprueben su estabilidad, esterilidad y dosificación.

En este escenario surgió como solución enviar a Argentina y a México parte de la producción de AstraZeneca en India. Así mismo, en las instalaciones de este laboratorio en Estados Unidos —que aún no ha autorizado esta vacuna— recibirán el material proveniente de Argentina y se encargarán de suplir por una semana las tareas de laboratorios Liomont.

“Liomont tiene unos laboratorios excelentes y ha hecho todo lo que debía hacerse, pero ha topado con un problema planetario que sufren también en Europa: hay mucha demanda de insumos y poca oferta”, comenta Hugo Sigman, citado por El País.

La historia de la “vacuna latinoamericana” contra el COVID-19

La compañía farmacéutica AstraZeneca renunció a obtener beneficios de su vacuna mientras dure la pandemia y, a través de la Fundación Bill Gates, buscó filántropos que asumieran los altos costes de producción. 

En Latinoamérica Carlos Slim asumió el desafío con la condición de que la vacuna se fabricara en el continente americano. AstraZeneca decidió que la fabricación del principio activo se realizara en mAbxience, una moderna instalación argentina perteneciente al grupo Insud, propiedad del matrimonio compuesto por la bioquímica Silvia Gold y el médico Hugo Sigman.

El producto básico es enviado luego a los laboratorios mexicanos Liomont, que se ocuparán de terminarlo y envasarlo para que AstraZeneca realice la distribución.

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