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El uso sustentable de plásticos es uno de los factores decisivos para alcanzar los ambiciosos objetivos climáticos del Acuerdo de París. El sector de ingeniería mecánica y construcción de maquinaria se compromete a crear una auténtica economía circular para el plástico.

Esta es la razón por la que la Asociación Alemana de Fabricantes de Maquinaria (VDMA) está a favor de cuotas de uso para reciclados para productos específicos. Esto permitiría utilizar los plásticos varias veces y reduciría el equilibrio de CO2. El objetivo es realinear los mercados de materias primas y hacer más atractivo el uso de reciclados en términos de precio. Hasta ahora, son más caros que los plásticos de nueva producción, porque su producción misma está marcada por los precios muy favorables del crudo.

“Las restricciones al uso de materiales reciclados deben ponerse a prueba. No es comprensible por qué, por ejemplo, no se permite que los contenedores de residuos de algunas ciudades estén hechos de plástico reciclado”, dice Karl Haeusgen, presidente de la VDMA.

“Necesitamos regulaciones que promuevan el uso de reciclados en todos los ámbitos o al menos no lo obstaculicen innecesariamente”.

La VDMA ha presentado ahora sus argumentos en el documento “For the sustainable use of plastics - pro circular economy”. El documento fue preparado conjuntamente por varias asociaciones del sector, entre ellas Waste and Recycling Technology y Plastics and Rubber Machinery. Las razones de esto son los ambiciosos objetivos de protección del clima y conservación de los recursos definidos por la UE en el marco del Green Deal, con el que se alcanzará la neutralidad climática para el año 2050.

“Queremos demostrar que estamos apoyando los objetivos del Green Deal con convicción, y también nos involucramos en la configuración de su implementación. Vemos el documento como una buena base para las discusiones con los políticos, pero también dentro de la industria del plástico”, explica el presidente de la VDMA.

En su documento, la VDMA también sugiere estándares de calidad para los reciclados, así como el diseño para el reciclaje de productos plásticos y trazabilidad digital de plásticos usados. También se pide una prohibición de exportación de residuos plásticos de la UE a otros países con regulaciones medioambientales menos estrictas.

“Los productos plásticos ayudan a mejorar el equilibrio del CO2 y, por lo tanto, hacen su contribución a la protección del clima. Los estándares para el equilibrio de la huella de CO2 pueden crear más transparencia”, resume Haeusgen.

Un mercado que funcione con el uso de reciclados plásticos es crucial para el éxito de la economía circular. Esto se refiere a la cantidad, la calidad y la estructura de precios. Actualmente, el mercado está bajo presión, ya que el precio del plástico virgen (plástico primario) es volátil y a menudo más barato que el de los reciclados (plástico secundario). El precio principal del plástico está fuertemente influenciado por la fluctuación del precio del petróleo. Esto pone al mercado de reciclados bajo una presión considerable.

Un precio adecuado del carbono podría ser una solución. Estamos comprometidos con esto. La carga de carbono de los reciclados es de 1.5 a 3.2 toneladas más ligera por tonelada de plástico, en comparación con el material virgen. Si se incluyera este balance climático positivo, se podría establecer una paridad entre los plásticos primarios y secundarios. Este es el instrumento de elección basado en el mercado, pero no se ha tenido en cuenta durante muchos años. Hasta que el precio del carbono no entre en vigor, proponemos las siguientes opciones de actuación a nivel europeo:

1. Cuota por uso de reciclados (específico del producto)

Mientras no se haya establecido una paridad de precios entre plásticos primarios y secundarios, debe considerarse una cuota temporal de uso de reciclado, diferenciada por aplicación. Esto permitiría realinear el mercado y equilibrar mejor la diferencia de precios entre los reciclados y los materiales vírgenes. El diseño de las cuotas debe ser gradual y dinámico, comenzando con aplicaciones simples, excluyendo el embalaje de alimentos, donde se utilizan plásticos estándar (PE, PP, PET, PS y PVC).

Un buen punto de partida podría ser el sector de los envases no alimentarios. Una regulación de cuotas sistemáticamente aplicada dará lugar a un mayor uso de los reciclados en el mercado, a pesar de los costos más elevados y el esfuerzo adicional en la tramitación. Al mismo tiempo, promoverá el desarrollo de material reciclados hacia mejores calidades.

Sin embargo, es importante que la regulación de las cuotas y la vigilancia del mercado se apliquen en toda Europa y se apliquen oportunamente. El requisito previo es que la aplicación se lleve a cabo sin muchas gestiones burocráticas y sin efectos económicos negativos significativos, especialmente en las empresas y la competitividad.

2. Diseño para reciclaje

Los productos plásticos deben diseñarse de tal manera que esté garantizada su reciclabilidad al final de su vida útil. El objetivo es crear conciencia para el diseño de productos plásticos de tal manera, que se pueda hacer una separación de material claramente definida en el flujo de residuos y, por lo tanto, se pueda establecer una reciclabilidad. No debería haber normas universales de diseño horizontal, sino que los casos de mejores prácticas deberían compartirse en el mercado.

3. Identificación digital de los plásticos al final de la vida útil

Un factor decisivo en el reciclaje será la transparencia y trazabilidad de los plásticos a lo largo de su ciclo de vida. La combinación de un producto reciclable diseñado y su trazabilidad digital permite una posible reutilización del material. El pasaporte digital del producto, si está debidamente diseñado, puede ser un enfoque para una solución.

4. Estandarización de los reciclados plásticos

Los productos plásticos, independientemente de si están hechos de material virgen o reciclado, deben cumplir con los requisitos de alta calidad. Por lo tanto, es sobre todo importante definir estándares de calidad garantizados para los reciclados y su reutilización. Esto crea seguridad para la industria y confianza para los consumidores.

5. Eliminación de restricciones innecesarias al uso de reciclados

Actualmente, existen contradicciones en los objetivos de diversos sistemas regulatorios. Por un lado, las tasas de reciclaje se incrementarán significativamente. Por otro lado, las regulaciones o licitaciones públicas específicas impiden o ralentizan el uso de reciclados. Por ejemplo, se impide el uso de reciclados en contenedores de residuos y tuberías de alcantarillado.

En el área de aplicaciones alimentarias, ahora hay posibilidades de utilizar material reciclado en envases de PET, pero estos no se pueden transferir a poliolefinas debido al diferente comportamiento del polímero. Aquí, las regulaciones rígidas se interponen en el camino de una economía circular que funcione. Algunas de estas regulaciones deben actualizarse para reflejar mejor el estado de la técnica, y al mismo tiempo deben estar más alineadas con las ideas de política ambiental. Este proceso debe ser gradual.

6. Detener la exportación de residuos plásticos de la UE a otros países con menos requisitos medioambientales

Los residuos plásticos son un recurso importante y, por lo tanto, valioso. Este recurso es la base de nuevos granulados plásticos y, por lo tanto, nuevos productos plásticos. La exportación de este recurso disminuye la base nacional y conduce a problemas medioambientales si las exportaciones van a países con requerimientos medioambientales más bajos que en la UE. La revisión prevista de la Waste Shipment Directive puede aportar soluciones. Por lo tanto, los residuos plásticos deben permanecer en el ciclo de la UE y se debe imponer una prohibición de exportación a países fuera de la UE con menos requisitos medioambientales.

7. Plásticos para el clima

Los productos plásticos ayudan a reducir la huella de carbono en muchos campos de aplicación, tanto en la fabricación como en las fases del ciclo de vida del producto. Los componentes plásticos ligeros en los coches ahorran combustible, el aislamiento de edificios reduce el consumo de calefacción, los envases evitan el deterioro de los alimentos, cuya huella de CO2 es particularmente grande.

Los plásticos contribuyen a mejorar el equilibrio de carbono y, por lo tanto, crean ventajas reales para la protección del clima. Para que estos beneficios sean claros y puedan contribuir aún más, es necesaria la transparencia y los incentivos económicos. En aras de una mejor transparencia, deben elaborarse normas para calcular la huella de carbono.

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