Publicado

UNAM trabaja en desarrollo de biomateriales y bioplásticos

Un equipo de trabajo del Instituto de Biotecnología de la UNAM busca crear biomateriales y bioplásticos a partir de dióxido de carbono y mricroorganismos, que puedan reemplazar a los combustibles fósiles.

Compartir

Investigadores del Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajan en la búsqueda de biomateriales y bioplásticos para que sean utilizados a nivel comercial y puedan reemplazar a los combustibles fósiles actuales en beneficio del ambiente.

A través del aprovechamiento de los recursos biotecnológicos que el instituto tiene a su alcance, se busca capturar el dióxido de carbono (CO2) para convertirlo en material biológico para que, a su vez, se puedan crear bioplásticos y biocombustibles.

El equipo de trabajo está encabezado por el doctor Alfredo Martínez Jiménez, quien tiene una trayectoria de 32 años de investigación en el IBt y cuyos proyectos abarcan temas enfocados en la producción de materiales que se utilicen para sustituir a los derivados del petróleo. Sus líneas de trabajo incluyen la producción de biocombustibles y biopolímeros biodegradables.

En el área de biocombustibles han trabajado principalmente con bioetanol y cuentan con experiencia previa en la producción de biodiesel, sobre todo con aceites a partir de microalgas.

Con respecto a los precursores de plásticos biodegradables, trabajan con la producción de ácido láctico y en la producción de un polímero que se puede utilizar en muchas aplicaciones de sustitución de material de empaque y embalaje para alimentos y compuestos médicos.

En 2016, les fue otorgada la patente que se basa en el trabajo con residuos agroindustriales, al estudiarlos se sabe que hay dos azúcares que son los más abundantes en el planeta y son los que se ocupan para hacer los procesos de fermentación.

El especialista indicó que “a través de la ingeniería buscan modificar la genética y vías metabólicas de la bacteria Escherichia coli”. Con base en este procedimiento se ha logrado transformar genéticamente el organismo para que utilice todos los azúcares y produzca únicamente etanol.

“Estamos extendiendo el rango de productos que podemos obtener con nuestros microorganismos y que utilizan glucosa y xilosa, además de que estamos produciendo un ácido orgánico que se llama r3- hidroxibutirato”, explicó.

El experto comentó que este tipo de proyectos es de largo alcance, ya que comprende todo un proceso. “Estamos tratando de conformar un equipo multidisciplinario y multiinstitucional para generar el producto final”.

El doctor Alfredo Martínez considera que estos proyectos representan un reto muy importante, ya que la patente a la que se hace referencia llevó cinco años de investigación, las otras dos previas llevaron diez años y todavía calculan otros tres o cuatro años para lograr una escala comercial o demostrativa de producción.

Dr. Alfredo Martínez

CONTENIDO RELACIONADO