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Las estrictas medidas de distanciamiento a raíz de la pandemia terminaron por impulsar una gran cantidad de empresas a acelerar su transformación digital, como una forma para garantizar la continuidad de sus negocios y evitar que sus actividades económicas y productivas se vieran afectadas duramente. Al respecto, Eugenio Marín Aguilar, director ejecutivo de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC), recomienda enfocar esfuerzos para encontrar oportunidades de rápido acceso.

De acuerdo con el directivo, la Industria 4.0 (I 4.0) representa una oportunidad para ser más competitivos. Esta realidad exige llevar a cabo acciones puntuales para adoptar la digitalización, tanto de procesos como de aplicaciones convertidas en productos y servicios, que contribuyan a que una empresa gane posición en el mercado.

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“Es importante entender que la digitalización permite disminuir costos, optimizar procesos y brindar valor agregado al producto y a todo lo que lo rodea. Sin una estrategia digital, las empresas pueden llegar a perder relevancia frente a sus competidores, así sus productos sean de buena calidad”, comentó.

Eugenio Marín Aguilar, director ejecutivo de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC).

Eugenio Marín Aguilar, director ejecutivo de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC).

Según el experto, la Industria 4.0 es un concepto que se acuñó en Alemania y luego se extendió a otros países de Europa, Asia y a Estados Unidos. Tiene relación con las tendencias de fábrica inteligente, antecedidas por revoluciones industriales previas. Así, la I 4.0 se engloba en lo que sería la Cuarta Revolución Industrial e incluye todo lo relacionado con la lectura e interpretación de datos y aplicación de tecnologías como inteligencia artificial, robótica, manufactura aditiva y componentes digitales, que se entremezclan para evolucionar hacia lo colaborativo en entornos digitales y la digitalización de procesos físicos, donde hay muchas macroáreas de valor agregado al incorporar la digitalización.

“La Industria 4.0 está basada en lo que se puede lograr a partir de la generación, el análisis y la interpretación de datos para producir bienes y servicios en la sociedad, desde el punto de vista digital, para hacerlo mucho más transparente y eficiente, con menos costos. La I 4.0, una plataforma transversal que incluye una serie de eslabones tecnológicos les permite a muchas industrias tomar algunos de esos elementos en su proceso de digitalización”, dijo Marín Aguilar.

Para la industria manufacturera, y particularmente para la industria plástica, son varias las ventajas de implementar la digitalización de sus operaciones. El director de FUMEC comenta que la digitalización acorta los tiempos de desarrollo y penetración de las distintas tecnologías.

“Esto permite que una empresa que desarrolla nuevos materiales o transforma plásticos para fabricar nuevos productos diversifique su portafolio de forma mucho más rápida. No solo para que vea el nicho en el que está, sino que tenga la capacidad con sus procesos internos de apuntalar negocios en áreas en las que no tenía presencia. Entonces, su capacidad de diversificación en el mercado está relacionada íntimamente con su capacidad de sumarse a esta adopción tecnológica o a esta transformación digital”, explicó.

Un dato importante compartido por el experto es que, según el Instituto de Diseño de Manufactura de Chicago, el sector que genera más datos en el mundo es la industria manufacturera, por encima de los sectores financiero o de telecomunicaciones. En palabras de Marín Aguilar, esto quiere decir que hay un terreno impresionante para hacer mejoras y explorar la digitalización del sector.

Un reto para la digitalización de la industria manufacturera, particularmente en México y en América Latina, tiene que ver con que la mayoría de las micro y pequeñas empresas no cuentan con acceso a internet de banda ancha o con sistemas tipo ERP (Enterprise Resource Planning), por lo que es difícil que comiencen la adopción de tecnologías de I 4.0, ya que la asocian con costos elevados y tecnología dirigida a grandes empresas globales.

“Hay que entender dónde está la compañía para trazar un mapa de ruta, a dónde quiere llegar, cuál es el siguiente paso, cuál es el driver de mercado que motive esa adopción tecnológica y que amerite la inversión”.

En este sentido, Marín Aguilar destacó la importancia de apoyar a las mipymes para que adopten tecnologías de I 4.0, principalmente a través del análisis de sus procesos productivos, puesto que ello permitiría impactar en el lugar correcto con ese tipo de tecnologías y realizar proyectos básicos relacionados, por ejemplo, con ingeniería inversa, prototipado o con internet de las cosas (IoT).

El CEO de FUMEC destaca que los proyectos demostrativos les ayudan a las empresas a incursionar en su transformación digital paso a paso. “Esto no es algo que se pueda hacer de un día para otro si no se tienen las bases. Hay empresas que ni siquiera tienen los sistemas mínimos de comunicación o de tecnologías de información establecidos en la planta para conectar sus equipos y obtener los datos necesarios, que les van a permitir la eficiencia de sus procesos. Entonces, se tiene que partir del diagnóstico de madurez tecnológica para entender las tecnologías que permitirían atacar los costos o más bien los procesos más complejos que causan problemáticas, en los que no se tienen controles ni indicadores de desempeño. Al definir eso se crea un marco de referencia de los indicadores y de los datos necesarios para hacer un primer proyecto demostrativo. Así es más fácil iniciar este camino, en un proyecto puntual”.

Según comenta el experto, en las mipymes es importante atacar cada reto por secciones, y dividir el problema para comenzar la adopción tecnológica en I 4.0 de forma escalonada. Al abordar el problema de esa manera, el equipo de expertos en I 4.0 de FUMEC ha logrado que algunas mipymes, atendidas por ellos, reporten reducciones de 20 % en tiempos de paro de máquina, 82 % en tiempos de diseño, 95 % en cotizaciones y 58 % en costos de validación.

Esto no es un proceso meramente técnico, pues se tiene que partir del modelo de negocio para analizar cuáles son los parámetros que se quieren mejorar y que van a impactar al cliente o al mercado. Puede ir enfocado en términos de reducción de tiempos, de costos, de desempeño o de calidad.

“En la industria plástica podría ocurrir que un determinado material no permite alcanzar las tolerancias adecuadas para incursionar en el sector médico. Y aunque se tienen las maquinarias, no se dispone de los indicadores y los parámetros para mejorarlo. Ahí es donde la tecnología, los protocolos de comunicación, la generación de tableros y la retroalimentación del sistema pueden ayudar a abrir esa oportunidad”.

El directivo asegura que la I 4.0 está ligada a lo que pasa en el piso de producción, pero se debe entender primero qué se quiere mejorar y cómo. Entre las principales tendencias que se promueven con la digitalización de las operaciones está el hilo conductor digital (digital thread), que permite incorporar toda la información del proceso y generar indicadores que faciliten una toma de decisiones informada antes de poner en marcha los sistemas de producción. “Aquí aparece el famoso digital twin o gemelo digital, que resulta útil en el diseño o lanzamiento de nuevos productos antes de hacer pruebas costosas en la línea de producción. Ese gemelo digital ayuda a que los procesos de manufactura sean cada vez más eficientes al permitir cambios y modificaciones en la versión digital del proceso, antes de hacerlo en la versión real”.

Por qué será importante la digitalización en la pospandemia

De acuerdo con Eugenio Marín Aguilar, la digitalización ha tomado nuevos bríos en la pandemia. “Hace unos diez años se hablaba del trabajo remoto, pero con cierta resistencia. Tenía que haber un factor externo que forzara su implementación. Hoy sabemos que una videoconferencia puede ser tan eficiente como una junta presencial, y hasta nos preguntamos en qué planeta vive el que no conoce o usa al menos una plataforma para realizarlas. Entonces, la adopción tecnológica va muy colateral a estos efectos macro, en los que la pandemia ha sido un acelerador de la adopción digital en todos los sentidos. Esto permite que las empresas se familiaricen y reconozcan el potencial de lo digital”.

El ejecutivo de FUMEC comenta que gracias a la digitalización en todas las fases del ciclo de vida del producto se generan datos y es factible ver los elementos críticos, los indicadores clave, además de que existe la posibilidad de monitorearlos para tomar mejores decisiones, brindar mayor valor agregado y, con ello, presentarse ante el cliente como una empresa que brinda soluciones.

“Las empresas nos comparten con regularidad que su producto es mejor que el de su competencia. Sin embargo, no logran las ventas que requieren”. En esos casos, apuntó Marín, hay que observar que el producto debe ir asociado a un conjunto de elementos de valor agregado que sus clientes esperan y que debe incluir información, velocidad de reacción, prevención de problemáticas en la producción, adaptabilidad en las líneas de producción.

“Cuando manufacturo un bien debe ir acompañado de complementos de valor agregado, en los que las tecnologías de I 4.0 son aliadas que facilitan empaquetar el valor del proceso completo, no solo del producto final”, explicó el directivo.

Para ayudar a las empresas en este esfuerzo, FUMEC cuenta con expertos en extensionismo industrial, que apoyan a la pyme a crear ese puente con las empresas y generar proyectos demostrativos cortos y de muy baja inversión.

“Cuando las mipymes se dan cuenta de los efectos de las tecnologías de I 4.0 en su organización la adopción es inmediata, tienen un mapa de ruta real. A mayor integración digital, mayor valor agregado en sus productos y mayor impacto en el cliente”, explica Marín Aguilar.

“Luego de pasar por procesos de capacitación, el reto ya no es la culturización, sino el aspecto financiero y de acceso a capital para la adquisición de equipos y tecnologías. Encontramos pequeñas empresas que están convencidas, capacitadas, tienen los elementos y el mercado les demanda el cambio, pero el freno está en el financiamiento. Eso ha detenido muchos proyectos en México, porque otros países tienen más facilidades.”

En este sentido, la competitividad no solo está relacionada con qué tan bueno se es al manejar una tecnología o diseñar un producto, sino también en el aspecto financiero y de acceso a capital para la adquisición de equipos y tecnologías.

Conceptos y tendencias: en el contexto del T-MEC

La pandemia por COVID-19 expuso a Estados Unidos los riesgos de una dependencia total de China y otras naciones asiáticas donde se manufacturan sus productos. Este hecho representa para México una posible reubicación de sus plataformas de desarrollo de manufactura para entrar a las cadenas de suministro del vecino del norte.

La reubicación de nichos como los herramentales, moldes y troqueles es muy importante, pues son la base para desarrollar y manufacturar productos. No obstante, el 85 % de estos elementos se importa de otros países, como Portugal, Canadá y Alemania, según el CEO de FUMEC.

El experto resalta que otras industrias con mayores posibilidades de reubicación o regreso de manufactura a Estados Unidos y a sus países aliados, como México y Canadá en el contexto del T-MEC, son: equipamiento militar o de defensa, computadoras, electrónicos, equipo eléctrico, electrodomésticos, maquinaria, fabricación de metales, hule, plástico y bienes de transporte.

“Algunos de estos productos que se importan de China representan más de 200 mil millones de dólares. Para formar parte de esa oportunidad, en FUMEC analizamos las cadenas de suministro y observamos que existen temas importantes que atender, como las características de reubicación de ciertos tipos de componentes, el tipo de tecnologías que se requieren ―como los gemelos digitales para las cadenas de suministro de extremo a extremo―. Es decir, desde la incorporación de materia prima hasta que llega al cliente y cómo se va a mover la información hasta que se pueda certificar el producto o servicio”.

Esta coyuntura los lleva a temas de Industria 4.0, a revisar cómo integrar los sistemas para modelar los productos, fabricarlos, probarlos y validarlos de forma digital y a tener una red de proveedores precalificados que nos permita ser parte de las cadenas de valor. Además, se requiere talento para que esto suceda.

Retos y nuevas habilidades del recurso humano

“La motivación se da cuando aparecen los primeros resultados. Esto nos permite romper los paradigmas, porque a veces los empresarios piensan que la adopción tecnológica es altamente costosa y luego hay muchas ofertas en el mercado que crean confusión. Lo primero es quitar esas barreras mentales. Esa culturización la transformamos en talleres y diplomados para mandos operativos, medios y directivos, pues cada uno de esos niveles ve un ángulo diferente de la Industria 4.0 y le interesan diferentes aspectos, así los vayan a aplicar en la misma empresa”.

Los programas de capacitación del FUMEC van dirigidos a identificar las ventajas de la adopción tecnológica, a entender dónde están las ventajas y cómo pueden las empresas adelantar esa adopción. “Primero se hace un diagnóstico para identificar dónde está su madurez y trazar un mapa de ruta. Después montamos un proyecto demostrativo que les permite a las empresas descubrir cuáles serían sus ahorros en costos o tiempo. Se pueden proyectar mejores prácticas, o el tipo de clientes a los que se puede llegar. Un proyecto demostrativo abre los ojos, pero para llegar a él se tiene que pasar por los temas anteriores. De lo contrario, es difícil que una empresa realmente logre incorporarlo en su ADN”. A partir de allí, según el directivo, las empresas pueden seguir de forma mucho más independiente.

Un reto importante, que va de la mano con la adopción de la tecnología, es la formación de habilidades en el recurso humano. “Conforme una empresa avanza en su madurez tecnológica, va a necesitar especialistas en diferentes áreas que no existían en la planta antes. Por ejemplo, en el área de manufactura digital va a necesitar ingenieros que entiendan cómo hacer mantenimiento predictivo o especialistas en machine learning, en automatización o en robótica colaborativa, perfiles nuevos que tienen que ir a la par con la preparación del talento. Son nuevas funciones que las industrias van a requerir en un futuro muy próximo. Sin embargo, también se podrían requerir especialistas en realidad virtual, arquitectos de experiencia de usuario en las interfaces digitales, y eventualmente, dependiendo del tipo de compañía, hasta un director digital”.

México, a pesar de ser uno de los países más avanzados de Latinoamérica en el uso de internet, aún requiere avanzar en la creación de infraestructura digital, redes y equipo de cómputo, que permitan dar los siguientes pasos. “El reto inicial es identificar dónde está la capacidad de elevar la infraestructura de bajo costo en las organizaciones, en las empresas de manufactura. Luego, el reto es mental, implica eliminar la falsedad de que adoptar tecnología es costosísimo, cuando no necesariamente es así o cuando una inversión se justifica por el resultado en reducción de costo o aumento de negocios”.

Según el CEO de FUMEC, para los directivos de una empresa es importante entender que la tecnología debe ser vista integrada al modelo de negocio de la empresa.

“Cuando se articulan estos elementos y, además, se agrega el impacto social que puede tener al facilitar el trabajo de un equipo, reducir retrabajos o eliminar horas extras, ya se está del otro lado para que la digitalización sea percibida como un camino por seguir para lograr mejores rendimiento y desempeño de la compañía. Para mí, ese es el reto más importante, porque es como decir: sí, está demostrado, económicamente tiene sentido”.

De acuerdo con el experto, para México las oportunidades de mercado existen y están en franco crecimiento, gracias a las nuevas oportunidades de integración con las cadenas de abastecimiento de Estados Unidos y Canadá. “Ahora el tema es qué tan rápido tenemos nuestro alistamiento para aprovechar esas oportunidades. La suerte no va a ser para el que tenga suerte, sino para el que esté listo y las sepa aprovechar”.

El CEO de FUMEC también destacó la importancia de la colaboración entre el sector privado, el gobierno y el sector educativo para apoyar a las micro y pequeñas empresas. Un ejemplo de esta colaboración se encuentra en la creación de los Centros de Productividad e Innovación para la Industria 4.0 (CEPRODI 4.0), ubicados en Querétaro y en el Estado de México, cuyo socio fundador es FUMEC.

En dichos centros, FUMEC brinda capacitación técnica especializada en ingeniería inversa, prototipado, internet de las cosas, y contribuye a que el personal de las empresas conozca las diferentes maneras de adoptar estas tecnologías.

FUMEC cuenta, además, con expertos en extensionismo industrial, que generan proyectos demostrativos de I 4.0 para que las empresas comprendan que adoptar estas tecnologías no representa altos costos económicos. “Si dividimos el problema y empezamos por paquetes, la adopción puede ser de bajo costo y de muy alto impacto”, concluyó.

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