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Técnicos de procesamiento y reparación de moldes: trabajo en equipo

Los técnicos de procesamiento y reparación de moldes deben trabajar juntos, en equipo, para resolver problemas de forma rápida y correcta.

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Cuando un molde se presenta una avería o no funciona de la manera esperada, los dedos apuntan en una de las dos direcciones. Los que están en el taller de moldes dicen: “En piso, los de procesamiento, no sabe trabajarlo”, y los procesadores dicen: “los del taller de moldes no saben arreglarlo”.  

Después de tres décadas de analizar el rendimiento de moldes con miles de asistentes en nuestro centro de capacitación, continúo sorprendiéndome con la cantidad de compañías donde aún se desata este enfrentamiento entre los departamentos.

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La demanda en las prácticas de lean manufacturing no va a desaparecer mientras sigamos haciendo todo lo posible para que las piezas salgan de nuestra empresa.  Esto implica diseñar, construir y trabajar con moldes que arranquen y funcionen de manera confiable a través de un lote de producción programado, así eso requiera dos horas, dos meses o más.  

Esto no sucederá de manera consistente a menos que aquellos en el taller de moldes y en el área de procesamiento trabajen en equipo.  Entonces, ¿por qué no lo hacen?

Cómo llegar a la raíz del problema

Cuando se desconoce la causa raíz de un problema y las soluciones temporales o “pañitos de agua tibia” no funcionan, los estresados técnicos tienden a adoptar un enfoque emocional y a buscar culpables en otra dirección.  Los trabajadores en el taller de moldes y en el área de procesamiento se cierran y se culpan sin presentar datos que respalden las acusaciones. La batalla continúa en furia.

La complejidad del proceso de inyección, la lucha diaria para producir piezas de calidad de manera eficiente y a tiempo y lo poco que cada departamento sabe sobre el trabajo realizado en los otros departamentos, contribuyen significativamente a los enfrentamientos resultantes.  

Estos problemas, en combinación con una cultura de mantenimiento correctivo (cuyo objetivo es repararlo cuando rechina, gotea o se rompe) y la enorme presión que soportan los técnicos para que el molde vuelva a funcionar, constituye la receta perfecta para el malentendido y la confrontación.

Proporcionar datos de respaldo es la única forma de evitar acciones correctivas en el taller de moldes y en la planta de procesamiento que funcionen como curitas que no abordan la causa raíz de un problema.  Una reacción instintiva típica de un técnico es cambiar piezas aleatorias o comenzar a girar las perillas (ajuste) sin ninguna justificación real, esperando que algo funcione lo suficiente como para hacer que el molde pase por la corrida de producción requerida sin detenerse nuevamente.

Una cultura de mantenimiento correctivo o de “apagar incendios” genera la formación de ‘reemplazadores de moldes’ y ‘ajustadores’ de proceso, ninguno de los cuales posee las habilidades necesarias para realizar un análisis crítico y preciso de los datos de procesamiento o de mantenimiento.  

Los moldeadores “apaga incendios” utilizan registros aleatorios en sistemas electrónicos de orden de trabajo, libros de registro de mantenimiento u hojas de cálculo de Excel.  Estos contienen lenguaje subjetivo no estándar que tiende a ser inexacto y extremadamente difícil de entender, lo que agrava los problemas y los ánimos.

Alejarse de esta cultura de “apagar incendios” es difícil debido a la costumbre diaria de cambiar piezas de un molde continuamente y de girar perillas al azar en las inyectoras.  Cuando se baja un molde crítico, se concentran todos los esfuerzos para volver a ponerlo en funcionamiento.  Todos hacen lo que sea necesario para que eso suceda, independientemente del mérito o el riesgo de las acciones correctivas.  

La reparación rápida de un molde disfuncional ejerce presión sobre el técnico de reparación para reemplazar una tonelada de herramientas para garantizar que el problema no sea un problema de molde.  Del mismo modo, el técnico ajustador siente presión para comenzar a girar las perillas en la máquina sin saber realmente qué parámetro del proceso hará que la rebaba, los llenados incompletos u otros defectos desaparezcan.

Cuando cualquier cambio en el molde o modificación en el ajuste permiten que el molde continúe produciendo piezas buenas nuevamente, todos se sienten justificados y felices.  En estas situaciones, sin embargo, el equipo no ha identificado el problema real o la causa raíz del problema.

Cambiar el plan de trabajo

La solución real del problema comienza con el reconocimiento de que el taller de moldes y la planta de producción están en el mismo equipo, a pesar de tener diferentes roles.  Muchos talleres de moldes ven el departamento de moldeo como un cliente y no como un compañero de equipo.  Cuando se ve al otro como un cliente, no siempre se les dice todo acerca de cómo funciona un molde durante una producción (especialmente las cosas malas).  

Existe la suposición de que no necesitan conocer los detalles.  En esta relación cautelosa, el valor de la relación transparente se pierde al solucionar problemas y mantener los moldes.

Aplicar ideas individuales desde el taller de moldes o la planta de procesamiento no es cómo funciona un equipo.  Eso sería como un entrenador que le dice a un equipo de fútbol formado por jugadores con diferentes habilidades individuales que simplemente "metan gol" sin darles un plan o datos para revelar cuál es el mejor plan para atacar la debilidad del otro equipo.  Si los jugadores de fútbol anotan, es sobre todo suerte.

Para que los moldes funcionen de forma más confiable, el taller de moldes necesita trabajar estrechamente con la planta de procesamiento para recopilar datos y recibir comentarios importantes sobre los moldes cuando están en la máquina, creando un plan de mantenimiento más inteligente que ayuda a los técnicos de procesamiento a descubrir las causas y a tomar mejores decisiones.

En mi experiencia, una vez que se introducen datos confiables en el proceso de solución de problemas, comienzan a surgir pistas reales, que calman las emociones y eliminan los problemas.

Trabajar en equipo

Los técnicos de proceso y reparación de moldes pueden comprender mejor las necesidades de cada departamento al realizar reuniones semanales para analizar los datos apropiados sobre las paradas y los defectos de moldes y para determinar una lista de problemas de alta frecuencia o de alto costo.

No es posible enfocarse en todo, por lo que los departamentos deben asegurarse de que solo pasen tanto tiempo en un tema como sea necesario. La mayoría de las empresas trabajan el 20 por ciento de sus moldes el 80 por ciento del tiempo, por lo que deben mantener la lista breve y manejable.  

A partir de esta lista, deben determinarse los moldes problemáticos y presentar los descubrimientos al grupo para determinar qué métricas (frecuencia o costos) usar para indicar cualquier progreso. Durante estas reuniones, deben intercambiar ideas para acciones correctivas.

Es importante que todos comiencen a compartir el conocimiento y las experiencias en el desempeño del molde como grupo desde el principio. Los equipos deben publicar los objetivos en una pizarra blanca en la planta y mantenerlos actualizados.

No todos los problemas se resolverán, pero los datos correctos ayudarán a los equipos a identificar, comprender y atacar cada problema de manera proactiva.  Los datos también permitirán una mejor toma de decisiones financieras para el presupuesto de mantenimiento (costo real de ejecución y mantenimiento del molde) y facilitarán una mejor relación con los clientes importantes y potenciales.  

Además, los datos ayudarán a los diseñadores y constructores a crear mejores moldes y mejorar la calidad del producto.  Cuando los técnicos procesadores y los técnicos del taller de moldes trabajan juntos, se pueden reducir los problemas.

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