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Nanopartículas poliméricas pueden proteger nutrientes de bebidas

Investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desarrollaron cápsulas poliméricas capaces de proteger vitaminas y otros componentes nutritivos que se adicionan a bebidas y jugos procesados.

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Investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desarrollaron recientemente cápsulas nanométricas poliméricas capaces de proteger vitaminas y otros componentes nutritivos que se adicionan a bebidas y jugos procesados.

En una entrevista con María de la Luz Zambrano, responsable del proyecto, publicada por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico AC, la investigadora declaró que “estas sustancias, como son las vitaminas liposolubles y algunas proteínas, son susceptibles al calor y se pierden en los procesos de pasteurización o ultrapasteurización, debido a las altas temperaturas a las que son sometidos”.

“Debido a este deterioro, la industria utiliza una mayor concentración de este tipo de nutrientes en su producción y adiciona más vitaminas a jugos, bebidas y suplementos alimenticios, lo cual aumenta su costo”, explicó la académica.

Los científicos universitarios han empleado nanocápsulas en jugo de naranja, bebidas de sandía, mandarina, néctar de mango y otras bebidas saborizadas con antioxidantes. Además del proceso térmico evaluado, añadió la académica, se ha comprobado que la composición se mantiene estable hasta seis semanas después de un proceso de pasteurización, una cualidad importante para su almacenamiento.

Si bien estas nanocápsulas tienen el potencial de encapsular vitaminas, también pueden hacerlo con los sabores, probióticos, sustancias nutracéuticas, pigmentos y antioxidantes. Adicionalmente, muchas de las vitaminas contienen antioxidantes que mejoran la funcionalidad de los alimentos comerciales, afirmó María de la Luz Zambrano.

La innovación, donde participa Ricardo González, también de la FES Cuautitlán, está basada en nanopartículas de entre 250 y 500 nanómetros (un nanómetro corresponde a la milmillonésima parte del metro), las cuales no causan daño al organismo.

El sistema emplea partículas poliméricas que contienen una pared la cual conforma la nanopartícula, que en su centro almacenará la sustancia de interés, una vitamina, por ejemplo. “Al momento en que comienza a formarse el polímero crea una especie de cápsula. Es como un chicle con centro líquido donde, antes de masticarse, tiene una pared que lo protege. Lo mismo sucede con las nanopartículas cuando se encuentran en solución, solo que al ser de talla nanométrica tendrán mayor área de contacto y reciben el efecto de la alta temperatura sin que se dañe lo que está contenido en el centro” explicó la científica.

Para desarrollar las nanocápsulas, los investigadores emplearon un proceso de emulsificación con un usufractante, el cual ayudó a mantener estable la emulsión donde se encontraban suspendidas las nanocápsulas. Una vez que las obtuvieron y fueron estables, los expertos comprobaron que tuvieran la forma esférica, así como la talla nanométrica. Una vez que se lleva a cabo la preparación de las nanocápsulas, eliminaron el disolvente que es adicionado antes del proceso de pasteurización.

El proyecto fue financiado por el Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica de la UNAM y publicado en la revista Food, Science and Technology. También es apoyado por la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM, institución que forma parte de la Mesa Directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, quien se encargó de difundir esta información.

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