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Un año clave para el proyecto Etileno XXI

En el 2016 todas las miradas estarán puestas en el arranque del proyecto Etileno XXI, la petroquímica más grande y moderna del continente, que surtirá a México con polietilenos bimodales y monomodales.

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En el 2016 todas las miradas estarán puestas en el arranque del proyecto Etileno XXI, la petroquímica más grande y moderna del continente. Luego de que en 2010 se diera el joint venture entre la brasileña Braskem y la mexicana Idesa para la construcción y operación del complejo petroquímico y de que en 2012 se levantara la primera piedra de la planta, este año marcará el inicio de la producción de polietileno a escala comercial, según los reportes más recientes de la empresa.

 

Foto: Carlos Niebla O´Gorman

Planta de Braskem-Idesa en Veracruz.
Foto Carlos Niebla O'Gorman

Con una inversión de 5,200 millones de dólares y la generación de unos 13 mil empleos directos, Braskem-Idesa pondrá en funcionamiento un cracker y tres plantas para la producción de polietileno. El complejo tendrá capacidad para generar un millón de toneladas anuales de eteno, con el fin de alimentar tres unidades de polimerización, para producir 750 mil toneladas de polietileno de alta densidad y 250 mil toneladas de polietileno de baja densidad. Así, se espera que México sustituya aproximadamente el 75% de las importaciones de este material.

En entrevista para Plastics Technology México, Warney Aiala, líder del segmento de aplicaciones durables de Braskem-Idesa, aseguró que no hay un proyecto similar en las Américas. “Las plantas existentes llegan a producciones hasta de 300 mil ton por año. Este complejo supera esa cifra no solo en tamaño sino en tecnología. La planta de Veracruz es una planta moderna y automatizada. No hay una igual en las Américas”, agregó.

Aiala aseguró que uno de los principales impactos de la puesta en marcha del complejo petroquímico será la disponibilidad de PEAD bimodal en México. Aproximadamente 40% de la producción de la planta estará enfocada en bimodales, y 60% en monomodales. “Actualmente no hay disponibilidad de grados bimodales en América del Norte. Eso es un gran diferencial. Los bimodales ofrecen diversas ventajas de procesamiento y tasas de productividad”, comentó. Según el ejecutivo de Braskem-Idesa, con los grados bimodales no se presentan pérdidas de productividad (botellas por hora), no es necesario cambiar los cabezales de la máquina y es posible lograr reducción en el peso de las piezas fabricadas (especialmente envases) de entre 10 y 15%. “Los bimodales ofrecen excelente desempeño en la producción de película y de tubería corrugada de alta presión, así como en soplado. La idea de nosotros es cambiar el mercado de monomodal a bimodal”, comentó.

Luego de iniciar las operaciones del cracker, se espera que las  tres plantas de polietileno comiencen a surtir materiales a los clientes entre febrero y marzo de 2016 (según reportes de noviembre).

Se prevé que durante los primeros años, aproximadamente el 50% de la producción de polietilenos vaya a exportación, con destino a Estados Unidos, Sudamérica y Europa. Sin embargo, con la proyección de un crecimiento fuerte en México, se estima que para 2020 toda la producción sea absorbida por la demanda local.

 

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