En tan solo un año, la pandemia ha transformado la forma como vivimos, trabajamos, compramos, nos entretenemos y nos comunicamos. Son cambios que van de lo sutil a lo profundo, y tienen impacto en todas las esferas de la vida a escala global. Al estar los plásticos tan ligados a la cotidianidad, al progreso y a la supervivencia misma, estos cambios se reflejan en los desafíos que ha tenido la industria de transformación de plásticos para adaptarse rápidamente a las demandas de consumo de la llamada “nueva normalidad”.

Así, mientras las áreas automotriz y aeroespacial han enfrentado una desaceleración, el sector médico no dan abasto y todas las aplicaciones relacionadas con bioseguridad e higiene, tanto en equipos de protección personal como en empaques, están en pleno auge. En todo caso, aunque estos mercados de alto valor agregado ofrecen importantes perspectivas de negocio, también exigen alta competitividad, y las empresas requieren esforzarse para ser partícipes.

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Para el sector plástico, esta sacudida viene acompañada de retos previos a la contingencia con las presiones regulatorias y las crecientes exigencias de transitar hacia una mayor sustentabilidad. La puesta en marcha de la prohibición de los denominados plásticos de un solo uso en Ciudad de México, a comienzos de 2021, resulta contradictoria en un momento en el que estos materiales han demostrado su valor en la lucha contra la pandemia, cuando México ha comprobado su potencial en reciclaje y cuando ha faltado un marco propositivo que busque una solución estructural y a largo plazo.   

En tiempos de crisis las historias de liderazgo brillan con más intensidad.  En las empresas transformadoras de plásticos, en las asociaciones gremiales, en la academia y en las compañías proveedoras de tecnología e insumos para el sector, hay profesionales que dan lo mejor de sí para encontrar soluciones, desarrollar proyectos y mantener la operatividad de los negocios, mientras logran hacer un aporte a sus comunidades con productos innovadores, información técnica oportuna, educación, nuevos negocios o consultoría.

En marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, lo que nos da el pretexto perfecto para exaltar el rol del género femenino en la industria plástica y contar algunas historias de mujeres líderes, que han aportado desde sus áreas en estos tiempos retadores. Conocer de ellas, de su trabajo y de su visión acerca de los desafíos presentes del sector no solo es inspirador, sino que permite lograr un mejor entendimiento de las acciones que se deben tomar de cara al futuro.

Sandra Moreno, gerente general de Citrulsa de México, una empresa mexicana que ofrece soluciones plásticas sustentables, y Evelyn Hernández, especialista en desarrollo de negocios de Braskem Idesa, nos hablan de cómo subirse en el tren de las nuevas tendencias resulta crucial para diferenciarse, pero sin perder de vista el servicio a la comunidad.

Las historias de la doctora Alethia Vázquez Morillas, profesora-investigadora en Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); de la doctora Odilia Pérez Camacho, investigadora del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA); de Romina Dávila, directora de operaciones y programas de ECOCE, y de Andrea Cabrera, consultora en temas de cabildeo para Dart de México, demuestran la importancia de tender puentes y crear redes para construir soluciones a largo plazo a partir de la generación de conocimiento, de la comunicación y de la divulgación, a fin de lograr un impacto positivo en las esferas social, ambiental y económica.

Asimismo, conocer la labor de Quezni Domínguez, asesora tecnológica empresarial en el sector plásticos en la Fundación México - Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC), y de Claire Barnouin, directora ejecutiva del Clúster Aeroespacial de Nuevo León, dan cuenta de la importancia de conocer y aprovechar los recursos de los que disponen las compañías de plástico para ganar mayor relevancia en la cadena de valor mediante capacitación, certificaciones y acceso a nichos de mayor valor agregado.

De igual manera, Daniela Calderón, gerente general de Hasco México; Adriana Sosa, gerente de marketing de Plastec USA, y Xochitl Pérez, gerente de ventas en Distribuidora Don Ramis (DDR), demuestran cómo la proveeduría de tecnologías, componentes y materias primas es el combustible para posibilitar la innovación en la manufactura.

A pesar de pertenecer a universos diferentes, todas estas historias tienen un hilo conductor que lleva hacia la colaboratividad, la construcción de redes y la chispa creativa de la innovación, que exigen los tiempos que vivimos. Sabemos que afuera hay muchos más ejemplos, de hombres y mujeres, que influyen día tras día en el futuro del sector. Por eso, nuestro propósito será continuar generando espacios para contar sus relatos.